Para quien llega tarde: ya hemos publicado tres artículos. Pueden leer aquí el primero, el segundo y el tercero.
Hemos dicho que uno de los mayores problemas de los sistemas alimentarios es que perdieron el rumbo con el objetivo. Ya no es alimentar a la población, acabar con el hambre o asegurar el abastecimiento alimentario (como lo fue al inicio de la guerra fría). Es por eso que vemos personas que nunca han puesto un pie en alguna plantación y, sin embargo, tienen en sus computadoras (no en bodegas) stocks de productos que no existen, pero que ya se comercializan.
Luego pasamos a la enorme irresponsabilidad de externalizar todo tipo de costos (empezando por los ambientales y los sociales). Al externalizarlos, no se ve cuál es el verdadero costo de las prácticas de los subsectores a lo largo de la cadena de producción y comercialización. Y al invisibilizarse, todo parece más sencillo. Pero alguien paga.
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Dentro del suelo se pierde fertilidad y sobre este, biodiversidad. Los ciclos naturales, los equilibrios bióticos, la cadena alimenticia (p. ej. los insectos regulan mutuamente sus poblaciones, los pájaros regulan a los insectos, las serpientes y otros depredadores regulan a los pájaros, etc., etc.). Esto sin contar las relaciones entre microorganismos y macroorganismos, entre plantas y animales, entre estos dos y el agua… Todo ello, todo, se externaliza, queda escondido porque lo sacamos de la ecuación, fórmula o algoritmo de los costos de producción.
También dijimos en el artículo precedente que nos faltaba comentar cuatro problemas, además del de los polinizadores. Reiniciemos ahí.
La polinización es un proceso fundamental para sostener la vida. Hay especies que se autopolinizan o que dependen del viento para el transporte de polen dador de vida, pero más de la tercera parte requiere de algún polinizador. De estos hay muchos y los principales son aves, insectos y murciélagos que se alimentan de frutas.
El cambio climático, la expansión de monocultivos (zonas extensas dedicadas a la producción de un solo cultivo), el abuso de la aplicación de agroquímicos y otras acciones humanas están causando una rápida disminución de la población de abejas (no solo las matan, sino también afectan su capacidad reproductiva). Dejémoslo claro: sin polinizadores no hay alimentos.
¿Cómo explica un negacionista que en países como los Estados Unidos haya que pagar para que «pastores» de abejas las lleven en camiones y acampen en plantaciones hortofrutícolas para que les hagan la polinización? Este es un floreciente negocio también en Canadá. ¿Se necesitaría ese gasto si las poblaciones estuvieran en equilibrio? ¿Fue siempre así?
La verdad es que la población mundial de insectos en general está en declive y todavía no hemos calculado las consecuencias. En parte, debido a que los datos provienen de pocos países.
En realidad, este problema es apenas una consecuencia de uno mayor.
El problema de orden superior es el agotamiento de los recursos naturales que, siendo no renovables, se han considerado sempiternos e inagotables con tal de convertirlos en ganancia inmediata.
La agricultura intensiva ha llevado al agotamiento de muchos recursos naturales, como el agua, el aire, los suelos y los nutrientes. La contaminación del agua es enorme y eso se da en los niveles biológicos y químicos. Entre el vertido de desechos orgánicos e inorgánicos hemos perdido drásticamente la cantidad de agua segura para los animales y las personas. La abominable contaminación de los mares, hoy con más plástico que peces, es una muestra clara. Luego está el tema de la mala gestión del recurso, que no se administra como bien público, sino como botín de guerra para el poder político y económico. Pronto se unirá el militar.
Los nutrientes de los suelos se van al mar (erosión), seguimos cambiando zonas estratégicas de conservación de biodiversidad (capital natural, si lo prefieren) por un uso del suelo que lo agota y destruye.
Lo que nos jugamos no es ganancia de capitales, sino la estabilidad de los necesarios sistemas alimentarios. Y nos quedan tres grandes problemas para la próxima columna.
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