Es la fotografía que nos regala Mauricio Acevedo de la marcha del 10 de junio pasado, en la que Juan, Elena, Pedro, Javier, Adela, María, y miles de jóvenes más han unido sus voces para detener la impunidad de lo establecido.
Ciento treinta y un jóvenes cuestionaron el pasado 11 de mayo al candidato Priista Enrique Peña Nieto obligándolo a salir por la puerta trasera del recinto universitario en el que se encontraba para debatir con ellos. Un acto que el gobierno tildó de ser “un boicot orquestado por acarreados, porros y fascistas”, al día siguiente se convertiría en el movimiento que ha puesto en jaque la campaña electoral mexicana y con ella al monopolio televisivo más grande de México y quizás de Latinoamérica. Agotados de meses de publicidad política sin mayor contenido pero con mucha “carita”, los estudiantes unieron a todo un pueblo denunciando la distorsión y negación de la información y con ello, los vejámenes que esto implica en el desarrollo de una nación.
#Yo Soy 132 no son una serie de protestas aisladas, se trata de un movimiento serio que ha logrado cohesionar a una sociedad durante años distanciada y que como ellos mismos indican en su Declaración de Principios del Movimiento #YoSoy132, está conformado por “estudiantes, profesores y profesionistas de las universidades públicas y privadas, que rechazan el paradigma fatalista que establece que todo está dado de acuerdo a un plan impuesto del que no podemos escapar, un mundo que se presenta como inevitable y el cual tenemos que aceptar”.
Este movimiento, aunque gestado en México, alza la voz por millones de seres en el mundo que estamos cansados de ser carne de cañón, auditorios de telenovela, compradores de estupidez. Yo me solidarizo, me uno y agradezco desde este pequeño terruño con exactamente las mismas problemáticas, al canto general que supone la palabra de un conglomerado en busca un mundo mejor.
Extracto de la Declaración de principios del Movimiento #YoSoy132
Por eso preferimos salir a las marchas, que marchar a las salidas.
Preferimos la ridícula juventud, sobre la seriedad de los jóvenes-viejos.
Los twitts y las universidades, que las noticias universales.
Sumarnos a las marchas, que sumarnos a otras cifras.
Preferimos un mundo de redes sociales, que mundos enredados en nudos.
Preferimos marchar que marcharnos.
Preferimos el internet y su (inaudible). Porque no somos uno ni somos cien: prensa vendida, cuéntanos bien.
Porque unidos somos más de 131, así nace #YoSoy132.
El movimiento #YoSoy132 es prueba de que existe una conciencia histórica colectiva, es la manifestación de la acumulación de todos los acontecimientos que nunca debieron haber sido tolerados.
Somos hijos de las matanzas y represiones estudiantiles, de la guerra sucia, de las crisis económicas, de la violencia sin sentido, de la profunda corrupción, de la rampante impunidad, de la educación abandonada, de una sociedad mayoritariamente machista, de la violencia de género, de la dominación ideológica y material de una forma de pensar y de una forma de vivir, de un campo abandonado y un trabajo indigno.
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