Conocí a Nacho de casualidad en un bar de la zona 1, una noche de junio de 2022.
—Te he visto en varios afiches del centro— le dije. —Dicen que buscás a tu familia biológica—.
Me había acercado sin pena, porque este tema me toca de cerca pues formó parte de mi primer trabajo.
En 2001, el director de Casa Alianza (ahora, La Alianza) me pidió que acompañara a dos periodistas de National Geographic en su investigación de casos de infancias robadas. Recuerdo estar en el vestíbulo del hotel Camino Real, mientras observaba a media docena de parejas blancas con bebés guatemaltecos, listas para partir. La investigación incluyó momentos surreales, como salir del hogar Rafael Ayau con una monja ortodoxa al frente, la periodista estadounidense detrás y un hombre armado con una escopeta cerrando la fila. Esta historia la he contado ya en una columna de febrero del año pasado.
Nacho me contestó con una sonrisa y cuál no fue mi asombro cuando de inmediato sacó su celular y me mostró un video. Con los ojos brillantes de emoción y una inmensa alegría en el corazón, me contó:
— Esto fue ayer. Es el reencuentro con mi mamá biológica. Finalmente la encontré, está viva y pude abrazarla. El Estado de Guatemala nunca se imaginó que las infancias robadas en aquellos años iban a regresar en búsqueda de sus familias, pero: ¡Estamos aquí!
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A esos sentires de Nacho y de otros casos similares de niñez robada, la cantante guatemalteca Rebeca Lane les dio voz a través de su canción titulada como el colectivo: Estamos aquí. La letra acierta al decir: «Cuando era un pajarito pequeño me robaron de mi nido y en una jaula me metieron, mis alas indefensas para el norte las vendieron».
En un informe de la CICIG en 2010 se indica que, según un estudio del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Guatemala ocupó en 2008 el primer lugar como país «exportador» de infancias hacia Estados Unidos, enviando 4122 niños y niñas dadas en adopción, mientras que China envió 3911 y Rusia 1857.
Otros países que recibieron infancias guatemaltecas arrancadas de sus familias incluyen Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, España y Suecia. Estos fueron destinos comunes para las adopciones internacionales que, en muchos casos, involucraron ilegalidades y separaciones forzadas de niñas y niños de sus familias biológicas en Guatemala.
Un artículo de Plaza Pública de 2015 revela que Edmond Mulet, quien en 2023 se convertiría en presidenciable, fue un joven abogado involucrado en una red de adopciones a principios de los años 80. En ese entonces, Mulet utilizaba un método controvertido que consistía en sacar bebés del país como si fueran «turistas». Según un miembro de la Fiscalía Especial sobre Adopciones, esta práctica evadía los controles legales establecidos. Además, gracias a sus conexiones políticas, Mulet logró evitar ser encarcelado a pesar de ciertas acusaciones en su contra.
En este año, 2025, Nacho se lanza a un emocionante desafío: participar en una bicicaravana con un noble propósito. Su misión es recaudar fondos para ayudar a las personas desarraigadas y adoptadas ilegalmente en la búsqueda de sus familias biológicas. La aventura comenzará el lunes 24 de febrero en la Ciudad de México, recorriendo un camino que los llevará a través de Morelos y Oaxaca hasta Tapachula, y luego hasta la frontera con Guatemala. Durante el viaje, también se unirá el Foro Mundial de Ciclistas en Chiapas. La bicicaravana dará una conferencia de prensa ya sea en la frontera de Tecún Umán o en la Ciudad de Guatemala donde culminará. En Tecún Umán, ya se ha asegurado una autorización para establecer un campamento que será seguido de un recorrido a lo largo de la costa para llegar finalmente a la Ciudad de Guatemala.
En la capital celebrarán el festival Memoria sin Fronteras. En toda esta gestión, también está Osmin, amigo de Nacho, otro adoptado, quien es un organizador clave de este evento. Para ahondar en las historias de vida de Nacho y Osmin recomiendo el artículo de Simona Carnino en El País.
En la bicicaravana participará también una compañera de Nacho, María Paola, quien viajará especialmente para este encuentro desde Bélgica, país donde fue adoptada. Además, se unirán otras personas adoptadas que provienen de Estados Unidos y Canadá. La aventura está abierta a nuevos participantes y colaboradores en áreas como diseño gráfico y seguridad a través de un grupo de WhatsApp. Para las personas que deseen aportar a la recaudación de fondos, pueden ingresar a este enlace. Y si desean más información acerca del Colectivo Estamos Aquí pueden seguir sus cuentas de Instagram y Facebook.
Falta mucho por hacer, pero seguir caminando, en este caso pedaleando, siempre será sinónimo de esperanza.
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