El autor (fray Julián de Cos) es Ingeniero Técnico Forestal por la Universidad Politécnica de Madrid (1998), Licenciado en Filosofía por la Universidad de Deusto (2001), Licenciado en Ciencias Religiosas –Bachiller en Teología– por la Facultad de San Esteban, Salamanca (2004), Licenciado en Teología Espiritual por la Universidad de Comillas (2006) y Doctor en Teología por la Facultad de San Esteban, Salamanca (2008).
El libro –una recopilación bibliográfica monumental– consta de 380 páginas, 117 referencias bibliográficas, un prólogo, una introducción y cuatro enormes capítulos cuyos contenidos van desde la niñez de fray Bartolomé de las Casas hasta cuatro recapitulaciones y unas reflexiones más que conclusiones de Leticia Belén Trejo Rosales, O.P., que finalizan con El conflicto de los lacandones y la cuestión de ¿Es posible entablar un diálogo?, refiriéndose al esfuerzo realizado por el fraile De las Casas y su reclamo de justicia en favor de los despojados en «una época en la que el despojo y la esclavitud eran comunes, aunque no por ello correctos»[2].
¿Qué de novedoso y de valioso tiene para mí tan enorme compendio? Veámoslo a continuación.
1. La obra como tal no aporta conocimiento nuevo acerca de la vida y obra de fray Bartolomé de las Casas, pero sí un enfoque diferente de su quehacer misional a partir de su espiritualidad.
2. El autor, creo que sin quererlo, colocó sobre la mesa una rica documentación histórica de Tezulutlán-Verapaz que estaba dispersa y poco accesible para el ciudadano o el feligrés de a pie. Pero ahora se encuentra –esa documentación– en una sola obra y se puede descargar gratuitamente de la página de los dominicos en el enlace que se encuentra a pie de página en este artículo.
3. Sin dejar de lado las dudas históricas de la impronta dominica en la futura Provincia de Verapaz, da a conocer lapsos poco sabidos y cuestiones muy precisas acerca de la evangelización desde Sacapulas y de las fundaciones de los pueblos-doctrina. También, aporta los contenidos del Capítulo provincial de México de 1538 donde se definió la evangelización de Tezulutlán.
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4. No deja de lado en su orden (después de argüir acerca de fray Bartolomé de las Casas), al Tercer Obispo de Nicaragua, Antonio de Valdivieso, y sus diferencias –mismas que le costaron la vida–, con la Audiencia de los Confines (en orden a la implantación de las Leyes Nuevas). Tampoco a fray Domingo de Vico a quien se le conoce coloquialmente en los territorios de la antigua Tezulutlán como El protomártir de la Verapaz. Este proceso de continuidad histórica me ha llamado la atención porque desarrolla justamente la línea base que yo vengo trabajando desde los años 2007 y 2008 con relación a tres novelas históricas de mi autoría que he dado en llamar La trilogía dominica del siglo XVI. Los protagonistas son en su orden: Las Casas y el cacique Aj Pop O’ Batz, fray Antonio de Valdivieso y fray Domingo de Vico.
5. De las 117 fuentes bibliográficas citadas por el fraile Cos, 31 ya las había consultado debido a mis intentos concernientes a la recuperación histórica de Verapaz. Coincidimos en muchos escenarios como la excesiva imaginación de Antonio de Remesal, por ejemplo. Y debo reconocer que el trabajo de fray Julián es el primero (cuando menos que yo conozco) que aborda frontalmente el problema ético que sobrevino a causa del linchamiento de fray Domingo de Vico. Dicho sea, fray Julián lo sigue adjetivando como martirio. Yo, no estoy muy convencido de ello.
El libro está dedicado «A mis queridos hermanos dominicos de Cahabón, por mantener viva la espiritualidad de fray Bartolomé de las Casas». Muy pertinente la dedicatoria, aunque debo reconocer que algunos de los dominicos de acá ignoraban su existencia hasta el momento de su publicación.
Finalmente, La Verapaz. La espiritualidad de fray Bartolomé de las Casas a partir de las fuentes documentales pone un hasta aquí a las leyendas, los díceres y algunos intentos por difuminar la imagen de fray Bartolomé de las Casas en nuestra historia. 117 fuentes bibliográficas precisas y concisas no pueden afrontarse ni enfrentarse sino desde otra serie que parta de la 118 en adelante.
Muy a mi criterio, no se abordaron los hechos que subyacieron (porque no se conocen o no se quiere tratar de semejantes sucesos) relacionados con la muerte de Vico en la víspera de la Fiesta de San Andrés. Pero sí se reconoce que el problema «se les había ido de las manos a los dominicos»[3] y cuando menos, –como ya indiqué en el numeral 5–, se aborda el problema ético sobrevenido.
Sin duda, se trata de una obra muy valiosa.
Hasta la semana próxima, si Dios nos lo permite.
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[1] https://www.domuni.eu/es/vida-universitaria/profesor/?idTeacher=57
[2] https://www.dominicos.org/media/uploads/recursos/libros/la_espiritualidad_de_fray_bartolome_de_las_casas_julian_de_cos_2025.pdf. P. 367.
[3] Ibidem. P. 323.
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