Insistí en escribir estas líneas porque tengo la necesidad de decirte que eres joven y cuando uno lo es, deja por alto los consejos y todo parecer ir más acelerado. Algo así como una piedra cuando se desprende de la parte más alta de un cerro y cae precipitadamente hacia el vacío. No olvides las palabras de Bolaño cuando dice que la juventud es una estafa y bajo esa premisa, te digo, endulzaran tu oído, te hablarán del poder y cuando se habla de eso, generalmente terminamos luchando por todo aquello que no tiene nada que ver con el amor o la ternura o todo eso de lo que se sujeta realmente la vida.
Con el fin de seducirte te regalarán la camisa más blanca con el logo de su partido y tu nombre bordado con hilos luminosos que llamarán tu atención. No hay mentira más grande que aquella que se disfraza de buenas intenciones. Trato de decirte que no hay nada más triste que ver a un grupo de jóvenes desperdiciando su talento colgando vinílicas, corriendo a instalar equipos de sonido y ondeando banderas sin sentido. Te repito, no hay nada más triste que verlos repartir calendarios y pachones de plástico que terminarán podridos entre las alcantarillas, no hay nada más triste que verlos a los ojos y descubrir en ellos todo el abandono y la orfandad con la que uno crece en este nuestro país.
La soledad es dura pero aleccionadora, como dura es la tristeza, como dura es la injusticia y de eso sé bastante y por eso te escribo. Pienso en tu talento y en tus ganas de cambiar el mundo, eres joven y eso te obliga a que seas dos veces crítico y a construir y a deconstruir lo que percibes por realidad.
No olvides el rostro de esos lobos despiadados a los que no les importas. Grábate bien sus caras y sus intenciones, porque lo único que les importa es seguir encontrando inocentes y necesitados que crean en el gastado discurso del nacionalismo rancio y del camino santo. Lo que buscan es engañarte, aprovecharse de vos.
Te escribo para que entiendas que no hay nada más indignante que ver cómo corren por nuestro voto, cómo sonríen y te dan la mano para ofrecerte todo aquello que jamás cumplirán. Te escribo para que recuerdes que nos quieren ver la cara pensando que somos tontos, pero vos y yo sabemos que no lo somos. Recuerda que la democracia no existe, es un invento, recuerda todo lo que nos ha robado, recuerda el despojo histórico que llevamos encima y aunque tus intenciones sean buenas, nada va a cambiar.
Piensa en todos los que han llegado a esos espacios, que buscan a costa de cualquier cosa el mismo lugar a donde quieres llegar y piensa en cómo el sistema se los tragó. Piensa en el futuro, en tu futuro, piensa en que lo que este país necesita no son más políticos sino rebeliones, rebeliones de coraje, de pensamientos, de ideas, de justicia, de amor. Y el amor, lo sabemos, es a lo único que podemos aferrarnos, en medio de esta despiadada época que nos tocó vivir.
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