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Guadalupe Gallardo, de dos años y medio, juega con su monopatín en la plaza desierta del Parque Central de Guatemala, en marzo 2020. Sus padres son vendedores ambulantes y no pueden quedarse en casa por falta de recursos económicos. Simone Dalmasso

COVID19 y niños: 5 respuestas a dudas frecuentes de padres de familia

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COVID19 y niños: 5 respuestas a dudas frecuentes de padres de familia

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¿La enfermedad se manifiesta ahora más agresivamente en jóvenes que en adultos? No. El número de fallecidos por COVID19 es menor en niños; de los más de 10,000 decesos registrados, 128 fueron menores de 17 años. Lo que hay son más casos proporcionales en todas las edades.

Del total de personas fallecidas por COVID19, menos del 2% son niños y adolescentes entre 0 y 17 años. Aunque el dato es bajo, las muertes de menores de edad preocupa a padres de familia y despierta dudas

Plaza Pública buscó respuesta a cinco de las preguntas más escuchadas por médicos en estos días. La insistencia del Ministerio de Salud es la misma, sin importar la edad todos deben cuidarse.

Los niños, ¿se ven más afectados que al principio de la pandemia por esta enfermedad?

Desde julio, los datos oficiales revelan un aumento significativo en casos confirmados. Esto quiere decir más contagios en adultos y en consecuencia, también en niños. El porcentaje de positividad superó el 30%, según explica el viceministro de Salud, Francisco Coma.

En el rango de edad de 0 a 17 años, el Ministerio de Salud confirmó 128 casos de fallecidos; 63 mujeres y 65 hombres.

Un total de 171,955 menores de edad fueron sometidos a pruebas de COVID19 porque los padres sospechaban de algún síntoma inusual. De ellos, 14,078 (8.18%) dieron positivo.

Sin embargo, no sustentan un aumento de casos en niños, sino un aumento generalizado a nivel nacional, en todas las edades.

El especialista, Mario Melgar, miembro de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (AGEI), lo explica de esta forma: «En las últimas semanas, al igual que ha habido más casos de COVID19 en todas las edades, también más casos en niños».

Lo mismo a nivel mundial. Esta tendencia puede explicarse en que están más expuestos que antes y a eso se suma que aún no son personas elegibles para vacunas.

Por ahora se estudia si alguna de las variantes del virus podrían afectar estas edades con más fuerza. Los primeros hallazgos de algunos estudios aún no difundidos estiman que hay cierta probabilidad de que la variante delta ocasione una enfermedad más grave. Sin embargo, esta hipótesis aún no está confirmada.  Lo que sí es un hecho es que es una variante mucho más contagiosa y eso explica el aumento de casos positivos en niños y adultos.

¿Son más vulnerables los niños que los adultos?

Para Melgar, esta pregunta se responde en dos vías.

Uno, se debe tener claro que tanto niños como adultos pueden infectarse. «Aunque la mayoría de casos siguen siendo adultos», agrega.

Y dos: «Los pequeños, en su mayoría, enfrentan una enfermedad leve. Los adultos, en cambio, en un porcentaje más alto padecen síntomas de moderado o grave. Esto no significa que los niños no puedan enfermar de gravedad, pero es menos frecuente», explica.

¿Cómo poder proteger a los niños en caso de resultar positivos?

Si bien la mayoría de veces cursará con una enfermedad leve, se debe estar alerta a signos de gravedad. Los epidemiólogos han emitido una serie de recomendaciones que aplican también para pacientes adultos.

En caso de síntomas como fiebre, dolor de garganta o tos, realizar una prueba. Si da positivo debe consultar a su médico y vigilar cuidadosamente los signos de alerta como la fiebre elevada, dificultad para respirar, rash generalizado (erupciones en la piel), ojos rojos y dolor abdominal.

Adicional a eso, no es necesario que los niños estén alejados de sus padres y abuelos, si estos últimos ya han sido vacunados.

¿Qué hacer como padres de familia?

Los adultos de casa deben vacunarse lo antes posible.

Mientras no existan vacunas disponibles para menores de edad, los mayores deben continuar con las medidas de protección de siempre, incluso si ya fueron vacunados.

A diferencia de Guatemala, en países como Estados Unidos la vacunación para niños entre 12 y 15 años ya es una realidad; y esperan que el próximo año se extienda a niños aún más jóvenes. En Europa, Francia también tiene cubierta a la población más pequeña.

El caso más cercano es el de México, en donde la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios autorizó la aplicación de la vacuna Pfizer en menores de 12 años.

En Guatemala ese escenario es lejano. Por el momento, ninguna autoridad del Ministerio de Salud ha confirmado que analicen esa opción.

¿Es recomendable el regreso de los niños a colegios?

«Hay escuelas y colegios que reúnen condiciones para volver y otros no». Con esa frase resume el viceministro Coma la situación de muchos centros educativos que se plantean la posibilidad de retomar la modalidad presencial. El aumento de casos, en general, también representa un aumento en casos de niños.

Los colegios y escuelas podrían volver si reúnen las capacidades necesarias para garantizar que los niños y adolescentes puedan estudiar en ambientes seguros. Por ejemplo, insumos de protección personal, acceso a agua potable, sanitarios en condiciones higiénicas, amplios espacios para guardar el distanciamiento físico y una estricta vigilancia para el cumplimiento de protocolos.

¿Los hospitales están colapsados por el aumento de casos en niños y adolescentes?

El sistema de salud público nunca estuvo preparado para responder a una pandemia de este nivel. Desde antes de esta crisis ya eran amplias las deficiencias en hospitales nacionales, reconoce Coma. Ese antecedente explica por qué con 1,200 casos confirmados por día, los hospitales se vieron rebasados por sus capacidades.

Lo mismo ocurrió en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS). Según el jefe de Pediatría e Infectología, Roger Gil, el repunte de casos que se registró en niños no tenía precedentes desde septiembre del año pasado. La crisis dejó ocupadas el 50% de las cunas disponibles.

En promedio, los hospitales temporales alcanzaron el 92% de ocupación en el área de pacientes graves y un 75% en pacientes moderados. Pero que haya camas disponibles no significa que los pacientes reciban una buena atención porque también hay una crisis por falta de personal de salud.

El Hospital del Parque de la Industria, por ejemplo, trabaja por encima del 100% de sus capacidades. Y el personal no se da abasto para atender a las decenas de pacientes que ingresan cada día.

En conclusión, el sistema de salud colapsó desde hace varios meses y ha desbordado su capacidad para atender a personas de todas las edades, no solo niños y adolescentes.  

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