Definitivamente hacer un libro es una tarea similar a la de una comadrona, en ambas, existe toda una serie de elementos que se preparan para recibir la vida, hacer un libro es una tarea milenaria que tiene que ver con la construcción de conocimientos, un libro es una llave, una posibilidad, en ellos se puede encontrar respuestas, pero principalmente preguntas.
Guatemala posee una tradición muy rica dentro de la historia del ejercicio editorial, los códices mayas y toda la información q...
Definitivamente hacer un libro es una tarea similar a la de una comadrona, en ambas, existe toda una serie de elementos que se preparan para recibir la vida, hacer un libro es una tarea milenaria que tiene que ver con la construcción de conocimientos, un libro es una llave, una posibilidad, en ellos se puede encontrar respuestas, pero principalmente preguntas.
Guatemala posee una tradición muy rica dentro de la historia del ejercicio editorial, los códices mayas y toda la información que quedó registrada de diferentes formas dan cuenta de que en este territorio leer y escribir han sido pieza fundamental para interpretar la vida, el Popol Vuh, por citar un ejemplo, es un aporte que la cultura k´iche´ ha dado al conocimiento universal, pienso en Adrián Inés Chávez, intelectual que dedicó toda su vida a la recuperación del pensamiento científico que emergió en este territorio, y no se diga la basta producción editorial que ha surgido en el país durante del siglo XX y siglo XXI.
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El acceso a un libro es muy difícil, principalmente porque el Estado no cuenta con una estructura sólida para su fomento. Editorial Cultura que es parte del Ministerio de Cultura y Deportes ha sufrido recortes presupuestarios y su producción es más bien una heróica resistencia, dirigida durante varios años por el escritor Francisco Morales Santos y actualmente por la escritora Denise Phé Funchal. La editorial sigue siendo el único espacio desde las estructuras gubernamentales que produce libros, hace algunos años, durante el gobierno del partido patriota, desapareció la editorial de la Tipografía Nacional. La educación oficial en su mayoría está diseñada para que las y los niños no tengan la oportunidad de encontrarse con un buen libro.
A diferencia de la Ciudad Capital, en Quetzaltenango y el resto de ciudades son muy pocas las librerías en donde se pueden encontrar un buen y variado catálogo. Existen algunas que en su mayoría comercializan libros de segunda mano y los nuevos, siempre son a precios altos. No es que la gente no quiera leer, hay un modelo que impide el acceso a la lectura.
A propósito del Día internacional de libro, hay que reconocer el valioso aporte que hacen editoriales independientes, librerías, ferias y festivales y sobre todo, las personas que están detrás de estas propuestas que existen en diferentes territorios de Guatemala ya que por medio de la lectura y de los libros proponen conservar la memoria pero también estimular el pensamiento crítico que logre hacer cambios en las sociedades. En los libros habitan las preguntas y respuestas más profundas y elementales para este tiempo difícil, que sea a través de un buen libro, la búsqueda del sentido.
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