La mayoría de los países que se han desarrollado en el último siglo tienen un factor en común: han educado a sus pobladores.
Desde la firma de los Acuerdos de Paz se han llevado a cabo muchas investigaciones, discusiones y propuestas respecto a la educación. Sin embargo, aunque las políticas educativas se mantienen, pocas administraciones han puesto en marcha los cambios necesarios para que en Guatemala los alumnos tengan educación de calidad.
Guatemala tiene grandes desafíos en educar a su gente. A pesar de que en los últimos 20 años se han hecho esfuerzos interesantes en ampliación de cobertura, la calidad es muy mala. Ahora bien ¿qué entendemos por calidad? Los expertos señalan que los niños y jóvenes debieran de aprender ciertas competencias por grado y materia, entre ellas se encuentra leer y escribir. Actualmente tan solo estas dos cias se miden en Guatemala, en 6to grado de primaria, básicos y en el último año de diversificado. Los resultados son preocupantes. En el año 2008 solo un tercio de los alumnos ganaron leguaje y la mitad matemáticas. Para los básicos la situación empeora, ya que una cuarta parte de los alumnos logra el aprendizaje deseado. En diversificado es aún más dramático: solo 3 de 100 aprobaron la prueba de matemáticas y 11 de 100 la de lenguaje.
Aparte de lograr seguridad ciudadana, se considera de suma importancia que el próximo gobierno establezca un modelo de calidad educativa. El núcleo será la mejora continua en los resultados de aprendizaje de los alumnos. Lo que se anhela es que cada niño, niña y joven guatemalteco tenga acceso a educación de calidad.
Será misión de las siguientes autoridades transformar el sistema educativo en los próximos cuatro años para que los alumnos aprendan competencias para la vida y el trabajo. Es de suma importancia que el Ministerio de Educación retome y avance en la reforma educativa. Para esto se necesita como mínimo: a) Aumentar la preprimaria, b) mejorar el desempeño de los niños del primer grado de primaria, c) lograr que los niños y niñas cuenten con mayores aprendizajes, especialmente en lecto-escritura y matemáticas, d) reducir la repitencia en la primaria, e) ampliar la cobertura y calidad del nivel básico y diversificado, f) buscar alternativas de educación vocacional, y g) introducir la tecnología en el aula como una herramienta de aprendizaje.
¿Cómo? Bueno inicialmente se deberá analizar y evaluar toda la información. En los últimos años se han contratado más de 30 mil maestros de primaria y la cobertura solo aumentó en un 2%. Importante hacer un censo de escuelas y maestros, para optimizar los recursos. Seguidamente habrá que ajustar el presupuesto al plan de las nuevas autoridades y asignar recursos a los programas prioritarios. Actualmente el Ministerio de Educación está desfinanciado, sin servicios administrativos y con grandes deudas, inclusive al personal. Evaluar el modelo de gestión será clave. Importante definir distintos roles administrativos a las direcciones departamentales, distritos escolares, directores de escuela y juntas escolares.
Desde el inicio se deberá coordinar con los fondos sociales para la construcción de aulas, y conversar y acordar con las municipalidades el mantenimiento de las mismas. Además se cuenta con dos préstamos, uno del Banco Mundial y otro del Banco Interamericano de Desarrollo de alrededor de US$ 200 millones. Estos recursos son una gran oportunidad para reformar la educación secundaria y contar con infraestructura adecuada.
Se sugiere iniciar una discusión nacional sobre qué es calidad educativa y su importancia. En el siglo XXI, el aprendizaje de los niños y jóvenes es clave para que tengan éxito. Si ya están asistiendo a la escuela, debiéramos ir mejorando su aprendizaje. Esto implica optimizar las capacidades de los maestros y maestras para que puedan impartir con calidad sus cátedras. Igual debemos motivar a toda la comunidad educativa para que se cumplan los 180 días de clase. Contar con los recursos para la refacción escolar, útiles escolares, valija didáctica y distribuir los libros de texto en cada escuela es indispensable. Llevar tecnología al aula definitivamente puede impulsar una nueva dinámica en la escuela.
Debiera establecerse que los maestros contratados por el Estado sean los mejores, y no aceptarlos por ser referidos de otras instancias políticas cuando no tienen capacidad. Es urgente que el Ministerio no sirva de plataforma política partidaria, sino se concentre en una mejora continua de cada escuela.
Ahora bien, ¿qué hacemos para que no haya más paros de parte de algunos de los sindicatos? Se recomienda sentarse en la mesa y conversar respecto al contenido del pacto colectivo. Habrá que hacer una evaluación si todas las partes han cumplido con el mismo e iniciar un proceso para que el centro del debate sea la calidad educativa y esta se practique.
También se recomienda a las autoridades no prometer aumentos salariales a los docentes si no se cuenta con los recursos. Ha sido cómodo para el Presidente actual culpar al Congreso de no aprobar préstamos, sin embargo, ¿cómo se pretende pagar salarios con préstamos? ¿Cómo se pagarán estos en el futuro?
Muchos éxitos a las nuevas autoridades. El equipo que se está conformando está integrado por personas con conocimientos y experiencia que estarán al servicio de la educación para los próximos cuatro años. Debemos apoyarlos. La calidad educativa no puede esperar y es tarea de todos.
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