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Jayro Bustamante, director de la película Rita.

Jayro Bustamante: «Lo que hicimos con la maldad fue convertirla en realismo mágico»

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Jayro Bustamante: «Lo que hicimos con la maldad fue convertirla en realismo mágico»

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Rita es una película inspirada en una de las peores tragedias en la historia reciente de Guatemala, el incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, que en 2017 mató a 40 niñas y adolescentes y dejó con graves quemaduras a otras 15 sobrevivientes. La cita lanza un debate sobre el acceso a la justicia para la niñez en un país lleno de impunidad y muestra cómo el cine es una ventana para que se sepa lo que ocurrió.

El pasado 6 de agosto el director guatemalteco Jayro Bustamante presentó, en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, la película Rita, que cuenta la historia de un grupo de niñas y adolescentes que viven institucionalizadas en un edificio frío en la cima de una montaña en las afueras de la Ciudad de Guatemala.

La cinta se proyectó en cines comerciales y se convirtió en la primera película guatemalteca realizada junto a una productora hollywoodense. A este hito  se suma la participación de más de 300 jóvenes actrices.

Bustamante, un cineasta galardonado internacionalmente, habló con Plaza Pública sobre el significado de la película en el contexto actual del país.

Plaza Pública (PzP): A un poco más de un mes del estreno de la película, ¿cuál ha sido la reacción de la gente?

Jayro Bustamante (JB): Estamos muy felices porque empezamos nuestra sexta semana.Esa es una buena noticia porque es gracias a la reacción de la gente. En algunas salas donde ya nos habían quitado, la volvieron a poner porque la gente llegaba a pedirla. Aunque tengamos la dificultad de no tener los privilegios que tienen las películas internacionales respecto a las salas, el hecho de seguir allí es un éxito para nosotros.

 PzP: ¿Qué emociones, reacciones, pero sobre todo qué discusiones ha despertado la película sobre el cine en Guatemala y las historias que se pueden contar desde este país?

JB: En primer lugar creo que Rita tiene un objetivo bien importante en Guatemala porque una de las grandes inspiraciones de la película es el incidente del Hogar Seguro. Nosotros empezamos nuestras proyecciones en el país mostrándole la película a sobrevivientes y a familiares de las sobrevivientes, hicimos una proyección para ellos y esa para mí fue la seguramente la más importante de todas.

Rita, como el cine puede llegar a hacerlo y el arte en general, es una expresión que se convierte en terapias, son expresiones que se convierten en catarsis. Nosotros como sociedad estamos bien lastimados y heridos, y en el fondo lo que voy a decir va a ser bien duro, pero nuestro nuestro gran problema no son nuestras heridas y nuestro dolor, nuestro problema real es que no tenemos cómo hablar; somos un pueblo sumiso ante el dolor y la sumisión ante el dolor provoca que te vuelvan a herir.

Un poco la gana de hacer estas películas que hablan de estos temas que nos cuesta ver y abordar, es hablar de eso, del dolor que es para, de alguna manera, crear un espacio donde nos podamos sentir no atacados para hablar de lo que nos ofende.

PzP: Gran parte de la inspiración de esta película es el caso del Hogar Seguro, pero sobre la situación de la niñez. ¿Cómo fue el proceso de investigar y cuáles fueron los hallazgos que más te tocaron?

JB: Esto empezó con una productora asociada de la película. Ella en Panamá adoptó a dos niñas que vienen de una institución parecida al Hogar Seguro. Ella me contó que tardó dos años en poder sacarlas de las instituciones, ya cuando las tenía adoptadas. Pero lo más importante de todo fue que, cuando las niñas salieron, lo primero que querían hacer era denunciar lo que les había pasado adentro. Eso fue para nosotros como una especie de detonante porque les quita el aspecto de víctima a las víctimas, o sea, siguen siendo víctimas de lo que les pasó,  pero ellas mismas se ven como heroínas, ellas quieren cambiar esa realidad para que no les pase a otras. Esto ha cambiado en generaciones, normalmente antes la gente que había sufrido abusos lo que hacía era callarse para que no las estigmatizaran, para que no las señalaran.

El valor que tienen estas niñas de hablar de lo que les pasó y de pretender que se sepa para que no le pase a alguien más, me pareció uno de los actos más generosos que existen, y lo mismo pasa con las niñas del Hogar Seguro en Guatemala, las sobrevivientes quieren hablar de eso para que no les pase a nadie más. Por eso me parecía tan importante quitarle esos estigmas de la gente que sigue diciendo que se lo merecían porque son criminales.

PzP: ¿Consideras que la gente, la sociedad guatemalteca, está siendo receptiva a estas denuncias?

JB: Yo creo que el cine tiene  una fuerza para poder hablar de estos temas acercándote a las emociones y acercándote a los sentimientos que todos compartimos como humanidad y eso nos permite, no solo hablar de niñas que (no) son números, sino hablar de Rita. Y si Rita te toca el alma puedes empezar a pensar que eso le pasó a todas las demás.

PzP: Mencionabas que la película no es solo para adultos, que también lleva un mensaje para la niñez. ¿Cómo ha sido recibido ese mensaje de darle voz a las niñas que usualmente pareciera que no tienen quien las escuche?

JB: Estamos en un país en donde nos hemos aprovechado mucho y hemos jugado mucho con la falta de información y esa falta de información a veces deja a la gente en ignorancia, mucha de nuestra gente no conoce cuáles son sus derechos y los niños menos. Entonces, esa es la primera misión de la película, hacer entender a las nuevas generaciones que tiene derechos y que pueden rebelarse por sus derechos y que aunque les digan que rebelándose se van a hacer delincuentes, por lo que están haciendo se están convirtiendo en héroes.

Por otro lado, la película tiene la misión de llegar a los lugares en donde no hay salas de cine. En la Ciudad de Guatemala, el 9 % de la población tiene acceso a salas de cine pero no todo ese 9 % tiene interés en las cosas culturales. Estamos en un período en donde se consume mucho más lo inmediato, en donde todo se ha vuelto comida rápida, en donde todo se ha vuelto placeres de la hora, y las cosas que te obligan a reflexionar un poco y te ponen trabajo, son más difíciles para ese 9 %.

En cambio este otro 91 % que no tiene acceso a las salas de cine ni acceso a la cultura y el arte, sí aprecia el arte cuando llega hacia a ellos. Entonces, nuestro objetivo ahora es llevar la película hasta allá. Teníamos que pasar por las salas de cine, pero realmente en donde más queremos focalizarnos es en la distribución en otros lugares, queremos ir a los colegios, las escuelas públicas, ir a las comunidades, ir a las cárceles, ir a los barrios llamados rojos en donde nadie quiere llevar una película comercial. La idea es poder tocar a la mayor parte de guatemaltecos que podamos.

PzP: Después de hacer una investigación tan profunda de la situación de la niñez y encontrar historias de terror, historias que no son ficción sino son de verdad, ¿cómo funciona este proceso para crear una película que mezcla la realidad con la fantasía y la magia para contar hechos tan crueles?

JB: Los procesos creativos son complejos. A mí me gusta trabajar con ideas macro e irlas bajando y bajando hasta llegar a un personaje. Creo que realmente si yo te hablo de lo que está pasando con los bosques en Guatemala podría llegar a tocarte el alma si te hablo de lo que está pasando con las plantas en tu jardín, ahí, tú vas a reaccionar. Entonces, para tener esta conexión mucho más directa me parece que es importante que las historias se bajen a algo que tenga un tamaño humano porque como humanos lamentablemente no sentimos, no despertamos nuestra empatía hasta que las cosas le pasan a alguien que nosotros conocemos, hasta que las cosas le pasen a alguien con quien nosotros estamos conectados.Ahí es donde el cine sabe hacer las cosas muy bien, porque te presenta un personaje y hace que tú lo conozcas, te conectes, tengas empatía y después te das cuenta que lo que le pasó le pudo haber pasado a mucha gente con la que no vas a conectar, pero gracias a este personaje lo puedes hacer.

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PzP: Y así como hablas de estos personajes, de las niñas rebeldes que denuncian, están los antagonistas, la monitora del Hogar Seguro, el guardia, la trabajadora social. Como periodistas hemos investigado y sabemos que también hubo denuncias de actos atroces contra las niñas. ¿Cómo fue definir a cada personaje antagonista y cómo reflejan las vulneraciones a la niñez?

JB: Sí, claro, hablar de la maldad es complejo porque la maldad humana es tan grande que si la pones en una película no te la crees, al final le tienes que quitar un montón a la maldad para que la audiencia la crea. Lo que hicimos con la maldad fue convertirla en realismo mágico, en arquetipo, en el fondo  una trabajadora social que no hace bien su trabajo es más fácil de entender si la conviertes en una bruja; un policía que no hace bien su trabajo o que hace muy muy mal su trabajo es más fácil de entender si lo conviertes en un carcelario dueño de las llaves del calabozo, entonces a partir de esos grandes arquetipos de los cuentos de hadas fuimos creando estos personajes oscuros.

Realmente para los personajes infantiles en la historia no hay ningún adulto dentro de esa institución que les aporte luz y yo creo que también se debe a la manera en la que la institución está pensada; este no es un lugar en donde tú puedes venir y ser libre y aprender, este es un lugar en donde te van a reprimir de tu libertad, donde te van a enseñar lo que yo quiero y pues si pueden van a pasar sobre tus derechos y reprimir tu libertad. Yo creo que los sistemas de reclusión de niños no son los sistemas idóneos para crecer, no creo que 40 niños controlados por policías o monitores puedan sacar de allí un futuro genial; el mundo tiene mejores opciones para los niños que están en situaciones problemáticas y hay estudios que lo demuestran pero en Guatemala todavía esa capacidad de pensar progresista no la tenemos, seguimos construyendo Hogares Seguros.

PzP: ¿Cómo reflexionas que mientras la película se está proyectando en las salas de cine, en una sala de audiencia en la Torre de Tribunales se está llevando a cabo un juicio contra ochos exfuncionarios señalados de no hacer bien su trabajo. ¿Cómo ves ese paralelismo?

JB: Al final Rita es una tragedia y para mí es lo que está pasando en la vida real sigue siendo la respuesta a esta tragedia. La pregunta es qué hay más allá, o sea, fuera de culpar a un guardia o a quien estaba de turno ese día eso no va a resolver nuestros problemas. Nuestros problemas se tienen que resolver desde cómo nosotros usamos la justicia como país, pero bueno, qué te puedo decir si estamos en un país en donde la justicia está cooptada.

PzP: ¿Cómo se relaciona una película que trasciende fronteras con la búsqueda de justicia de un país con tanta impunidad como Guatemala?

JB: Yo creo que desde el momento en el que tú le das luz a temas que han empujado hacia la oscuridad o le das voz a las personas que no tienen voz, a partir de allí se vuelve una búsqueda de justicia. Desde el momento en el que planteas un tema del que no queremos hablar,se vuelve una búsqueda. Creo que en sociedades como las nuestras, en donde realmente la justicia no existe, en donde nos es tan difícil creer en que quienes están en los puestos de justicia son buenos, en donde es difícil creer que la policía nos protege, nos es difícil creer que el Estado quiere algo bueno para nosotros; a partir de ahí todo gesto que haces es como una búsqueda de justicia incesante.

Lo que yo no he entendido de nuestra sociedad es por qué no nos hemos levantado y hemos cortado cabezas, tal vez ese es mi lado más francés. Pero también desde ahí va la lógica de omitirnos información, de tener sistemas de educación tan precarios para que nuestros análisis nunca pueda llegar a ese momento en el que nos levantemos y peleemos por lo que es nuestro, y no estoy hablando del gran miedo de las clases altas de que el pueblo se va a levantar y nos va a quitar lo nuestro, eso nunca va a pasar, pero por lo menos de pelear por justicia.

PzP: En ese contexto, ¿cómo esta producción está transformando la escena cinematográfica del país?

Esperamos que esta, que fue la primera coproducción con Hollywood, sea la puerta que realmente abra otras coproducciones con Hollywood, ese es el sueño, pero esto no puede pasar solo de una buena intención de las personas extranjeras diciendo «ay, vamos a ayudar a los guatemaltecos». No, ese paternalismo nos lo tenemos que quitar de encima, esto es arte y también es industria y la gente puede invertir en un país y ese país demuestra que tiene ganas de que se le invierta.

El cine guatemalteco existirá sólo cuando la gente empiece a consumirlo. Es como si nosotros empezamos a dejar de comer nuestros platillos locales y nos vamos solo por el fast food, en algún momento ninguna industria va a seguir como loca tratando de decir invierto en tortillas, porque dejamos de comer.

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