El denigrante «bautizo» de Agronomía en la Usac de Suchitepéquez y el silencio que lo avala
El denigrante «bautizo» de Agronomía en la Usac de Suchitepéquez y el silencio que lo avala
Los futuros agrónomos de la Usac de Suchitepéquez deben pasar por un rito de iniciación lleno de situaciones denigrantes, acoso y abusos sexuales. Se hace cada año en coincidencia con el carnaval de Mazatenango y, si bien las autoridades del Centro Universitario de Suroccidente (Cunsuroc) saben de esos «bautizos», no denuncian; argumentan que son hechos que ocurren «entre adultos» y que pasan fuera de las instalaciones de la universidad.
Un video filtrado a Plaza Pública documenta una agresión sexual cometida durante un rito de iniciación de Agronomía. En la grabación se observa a dos estudiantes de primer ingreso, semidesnudos en la parte trasera de un picop. Una mujer encapuchada es obligada a participar en la agresión. El grupo que presencia el acto, compuesto principalmente por hombres que beben cerveza, observa y reacciona con expresiones de aliento y celebración.
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La investigación periodística de este medio apunta a que las imágenes muestran lo que ocurrió el 27 de febrero en Suchitepéquez, que los novatos son estudiantes que ingresan a la carrera de Agronomía Tropical a quienes «bautizan», y que la comunidad universitaria sabe de la tradición, pero existe un código de silencio y un ambiente de impunidad que evita que haya denuncias.
Las declaraciones de estudiantes —activos y egresados— y catedráticos de Agronomía de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), quienes por temor a represalias pidieron no ser identificados en esta nota, coinciden en que en la comunidad agronómica se sabe lo que ocurrió en el Cunsuroc. También dijeron que sobre estos hechos no se habla abiertamente dentro de la facultad y los centros universitarios, por la costumbre no escrita de guardar silencio frente a hechos de este tipo.
El testimonio que recogió Plaza Pública, de un estudiante bautizado en Suchitepéquez en 2015, da cuenta sobre el itinerario que acostumbran para el «bautizo» a estudiantes de esa carrera en el Cunsuroc: se inicia en el parque central de Mazatenango, de donde los estudiantes son trasladados a una finca privada, en un camión con carrocería de madera que sirve para transportar ganado.
Esto también ocurrió en 2025, como quedó documentado en una transmisión local en Facebook que fue borrada después de que este medio consultó a las autoridades del Cunsuroc sobre la actividad.
En la publicación, quien la posteó indicó que los bautizados serían trasladados a la «finca San Lorenzo». Uno de los sujetos que se observa en el video filtrado a Plaza Pública también aparece en la transmisión en directo del 27 de febrero pasado.
La «tradición»
De acuerdo con el testimonio del estudiante bautizado hace 10 años en Suchitepéquez, después del baile en el parque de Mazatenango, los jóvenes de primer ingreso son llevados a una finca privada que los organizadores arriendan previamente. En ese lugar les dan, como almuerzo, comida vencida.
Además, dentro de la tradición, los organizadores —entre estudiantes antiguos, egresados y particulares— contratan a prostitutas para que participen en el rito de iniciación, indicó la fuente, quien aseguró que esto ocurre todos los años en ese departamento al suroccidente del país.
«Eso sí lo confirmo porque recibí ese bautizo en 2015, y lo mantienen», dijo.
El siguiente paso es que los antiguos cortan la ropa a los novatos y los rapan, antes de obligarlos a que se metan en tres charcos fétidos: uno con estiércol de animales, otro con un animal muerto —que puede ser un perro o un zopilote— y gusanos. La última poza contiene chipa, como llaman al residuo que se obtiene al procesar el látex.
Al terminar las actividades en la finca privada, a los estudiantes bautizados los ingresan de nuevo al camión en el que se transporta ganado, y los llevan otra vez al parque de Mazatenango, donde suelen acosar sexualmente a adolescentes de centros de educación media, de acuerdo con el testimonio.
Agregó que las autoridades del centro universitario conocen sobre el desarrollo de estas actividades: «A mi bautizo llegaron ingenieros (catedráticos) a ver el bautizo. Ellos llegaron a ver, supuestamente, para ver que no se nos obligara a ingerir bebidas alcohólicas. Entonces saben de todo eso».
Por lo regular, el «bautizo» termina en las instalaciones del Cunsuroc, entre las 17:00 y 19:00 horas.
De acuerdo con el estudiante que describió el «bautizo» y que conoce el desarrollo de estas actividades en Suchitepéquez, no es obligatorio participar en este. Pero, por la reducida cantidad de alumnos inscritos en la carrera, comparada con la del campus central, los estudiantes de primer ingreso se ven obligados a acudir porque los antiguos los intimidan.
A cada uno de los novatos se les pide entre 125 y 150 quetzales, además de un paquete de 24 cervezas en lata, como «contribución». También les exigen que lleguen vestidos de vaqueros y al principio del «bautizo» les quitan los sombreros y cinturones, los cuales no devuelven al final del evento.
Así responde una autoridad del Cunsuroc
El ingeniero Martín Sánchez, coordinador de la carrera de Agronomía en el Cunsuroc, reforzó cada una de las actividades que describió el alumno bautizado en 2015.
Sánchez esgrimió que, aunque los «bautizos» están prohibidos por el Consejo Superior Universitario (CSU), este veto solo aplica para actividades dentro de la Usac y que poco se puede hacer cuando estos se realizan en sitios privados.
«Es algo que se les dice a todos “miren, no lleven trabajadoras sexuales, es un riesgo”. Pero es como si les hablara uno por un oído y se les saliera por el otro. Siempre lo hacen. Yo, particularmente, a qué finca fueron este año, no lo sé. Lo único que puedo decir es que, cuando ellos llegaron entre las 5:00 y las 6:00, ya cuando estaba oscureciendo, se fueron a lavar y se fueron», dijo a Plaza Pública el coordinador.
Al cuestionarlo sobre la inexistencia de denuncias por estos actos, Sánchez indicó: «Tendríamos que ir a donde ellos están haciendo su actividad, tomar pruebas, fotos, videos y todo eso y hacer la denuncia. Pero ahí ya entraríamos en un claro enfrentamiento con ellos. Lo que sí se puede hacer es que los estudiantes de primer ingreso que no estén de acuerdo, pues que denuncien. Yo les dije precisamente esas instrucciones, que si ellos no estaban de acuerdo con lo que les estaban haciendo, que denunciaran».
Sánchez reiteró durante la entrevista que todo lo que ocurre en los bautizos es, ante todo, una actividad «entre personas adultas». Agregó que ninguno de los estudiantes que ingresaron este año a la carrera que dirige es menor de 18 años y que, la responsabilidad de los catedráticos no aplica fuera del salón de clases.
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«Ya afuera todos son adultos, no son niños. Entonces, tampoco va uno a tomar una actitud de profesor de escuela. Es decir, se les habla, se les hace conciencia y si ellos no están de acuerdo, pueden denunciar. Si no lo hacen, es porque ellos están de acuerdo, porque se les habla muy claro que nadie puede obligarlos a hacer nada que ellos no quieren. Eso se los dije a ellos muy claro. Lo que me cantaron fue: “¡Queremos bautizo!”», aseguró.
Esta actividad en Suchitepéquez, que se mezcla con el carnaval de Mazatenango, a menudo se torna violenta, de acuerdo con las declaraciones recabadas entre cuatro fuentes de Agronomía de la Usac. El año pasado, por ejemplo, un supuesto estudiante de esta carrera fue capturado por la policía cuando portaba un arma de fuego sin licencia.
Derechos Humanos
La tesis doctoral de la catedrática Ligia Maribel Monterroso López, que trata sobre un estudio de caso de los bautizos en la Facultad de Agronomía en el campus central de la Usac, plantea que estos ritos deben observarse desde los Derechos Humanos y las violaciones a estos que sufren los y las estudiantes de primer ingreso y que hasta la fecha se mantienen, pese a las prohibiciones.
Monterroso explica en su investigación que los bautizos en Agronomía se iniciaron en la década de 1980 y que en los años posteriores consistieron en corte de cabello y rasgado de ropa únicamente para estudiantes hombres. Pero, a partir de los años 2000 se incorporaron prácticas como la ingesta de comida en descomposición y bebidas alcohólicas.
Esta investigación no habla sobre Suchitepéquez, pero sí menciona denuncias de agresiones sexuales contra estudiantes durante los bautizos e intimidaciones con armas de fuego por parte de los organizadores. También se hace referencia a otro patrón de comportamiento dentro de las aulas universitarias que va de la mano con el código de silencio:
«La comunidad estudiantil tolera tales desórdenes y los considera hasta normales. En algunas ocasiones cuando la situación desborda los ánimos de los estudiantes, algunos profesores optan por cancelar la clase, retirándose a su oficina. En este momento los estudiantes antiguos se anotan una victoria que les hace reafirmar el poder y control que tienen del medio durante estas celebraciones».
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El testimonio de una estudiante identificada como María, de 19 años, recabado por Monterroso en febrero de 2013 y que forma parte del estudio de caso señala: «Mis padres me advirtieron que no debía matricularme en la Facultad de Agronomía, todo mundo sabe que aquí hay puros machos y que son bien brutos y malcriados, pero a mí en verdad me gusta la agricultura. Pienso que seré una buena profesional porque cuando me pongo las pilas las cosas salen bien. Sé que eso del bautizo es bien feo, pero tengo que soportarlo, después de la otra semana ya no seré nueva y nadie tendrá por qué estarme humillando».
La investigación documentó como las y los estudiantes del campus central son denigrados cuando los obligan a ingerir extrañas mezclas que les causan mareos y vómitos, así como introducirse en una pileta con cerdaza, gallinaza y estiércol de ganado, además de ajo y cebolla picada.
Sin rastros de castigo
Abner Paredes, defensor de la Juventud de la Oficina del Procurador de los Derechos Humanos (PDH), indicó que desde 2014, la institución ha recibido 18 denuncias que señalan agresiones de todo tipo durante los bautizos de la Usac. Sin embargo, 11 de estas fueron archivadas porque no se encontraron evidencias de violación a derechos humanos.
Paredes agregó que este año recibieron dos denuncias por actos durante bautizos en la sede central de Agronomía. Pero estas están en proceso de cierre, porque no se identificó ningún tipo de vulneración de derechos.
Sin embargo, en fotografías y videos compartidos a Plaza Pública por una fuente de Agronomía del campus central, se observa cómo un grupo de encapuchados con túnica verde introduce a un grupo de estudiantes dentro de la pileta que suelen llenar de estiércol para darles la «bienvenida» y lanzan morteros para hostigar a los asistentes.
Asimismo, publicaciones de prensa señalan que en varias actividades de bautizos entre 2014 y 2015, principalmente, ocurrieron múltiples casos de agresiones sexuales que fueron remitidos a la institución del PDH.
A decir de Paredes, archivar un expediente no significa que la investigación se extinguió. Es posible que los casos que finalizan en la oficina del PDH, se remitan al Ministerio Público (MP); sin embargo, el defensor dijo que desconocía si alguna de las carpetas archivadas se envió a la fiscalía.
Otra de las denuncias recibidas este año, y que se mantiene en trámite, procede del Cunsuroc, pero señala la suspensión de clases que propiciaron encapuchados en la carrera de Administración de Empresas para realizar su bautizo. No hay ninguna denuncia sobre los actos que ocurren en el «bautizo» de Agronomía en Suchitepéquez.
El defensor agregó que desde el año pasado, la institución del PDH ha remitido un oficio al CSU en el que reitera la prohibición de los bautizos, el cual también se llevó a cada una de las unidades académicas para recordarles la prohibición. Además, la universidad emitió una circular en la que expuso las recomendaciones del Procurador.
Sin embargo, en el caso de la Facultad de Agronomía, en la circular SFA.041-2025 firmada por el secretario académico, Edi Noé Quan Barrios, se informó la suspensión de clases, laboratorios y prácticas del 26 de febrero por las «irregularidades en las actividades académicas provocadas por grupos de estudiantes encapuchados». Ese día se realizó el «bautizo» en el campus central.
Paredes dijo que ante el desarrollo de los bautizos, acudió con el jefe de seguridad de la Usac, Ronnie López González, pero que este le informó que su unidad no puede intervenir en dichos actos: «Advirtió que sí se había realizado esta actividad más o menos como las 10:00 de la mañana y que se había llevado en paz, que este año había alrededor de 500 nuevos estudiantes de Agronomía [...], pero que desde la seguridad de la universidad ellos tienen la limitación de actuar, en la medida en que dentro de los edificios corresponde a las autoridades de cada unidad académica, realizar las actuaciones que corresponda».
Diversas fuentes de Agronomía señalan que las autoridades de la facultad son aliadas políticas de Walter Mazariegos, el rector de la Usac electo de manera fraudulenta en 2022, quien también controla la dirección de seguridad de la universidad.
Hay otro elemento que abona a la impunidad de estos actos dentro de la Usac: Paredes dice que es difícil establecer quiénes son los verdaderos responsables de los posibles actos ilícitos:
«Finalmente nadie te va a aceptar eso porque son actividades que están prohibidas. Entonces, nadie se lo atribuye finalmente a que si fue tal asociación, porque, en todo caso, si se logra determinar que se da, las autoridades tendrían que recurrir a los mecanismos de sanción correspondientes».
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