Ahora, el Acuerdo de París de 2015 está en el centro de la atención con la COP26, la reunión anual de los Gobiernos firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que esta vez se celebrará en Glasgow, Escocia, en noviembre de 2021.
1970: el año en que se celebró el primer Día de la Tierra. Millones de manifestantes convergieron en las principales ciudades de Estados Unidos por una sola causa: promover la conciencia ambiental y, en especial, el aprecio por la naturaleza y el planeta.
328 partes por millón (ppm): la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera hace 51 años, cuando comenzó a celebrarse el Día de la Tierra. El consenso científico, liderado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), dice que este número debe mantenerse bajo para revertir los impactos previstos del cambio climático.
418: el promedio mensual actual de ppm, según el Reloj de Carbono de Bloomberg. Este número ha crecido en el último medio siglo. El rápido aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero ha provocado una crisis climática con impactos severos como incendios en el hemisferio norte, olas de calor, huracanes con mayor intensidad, inundaciones y sequías.
1.25 grados centígrados: cantidad de calentamiento de la temperatura global promedio a la fecha, por encima de los niveles preindustriales (1850-1900). Este aumento puede mitigarse haciendo la transición a fuentes de energía renovables, disminuyendo las emisiones de metano, promoviendo tecnologías para la descarbonización y deteniendo la deforestación.
196: el número de los países que firmaron el Acuerdo de París en 2015, el cual entró en vigor el 4 de noviembre de 2016. Dichos países debieron haber presentado sus planes de acción sobre el clima (contribuciones determinadas a nivel nacional) en la COP26, en 2020, pero, debido a la pandemia del covid-19, esta cumbre se pospuso para noviembre próximo.
[frasepzp1]
2 grados centígrados: el límite máximo acordado en París para el aumento de la temperatura global, en comparación con los niveles preindustriales.
1.75 grados centígrados: el objetivo aproximado del Acuerdo de París sobre el cambio climático, que especifica que el calentamiento debe mantenerse «muy por debajo» de 2 grados centígrados, un límite superior asociado por varios científicos a 450 ppm de dióxido de carbono en la atmósfera. Muchos buscan que el objetivo máximo permisible sea 350 ppm.
50,000 millones de toneladas métricas: la cantidad de emisiones anuales de gases de efecto invernadero, que incluyen dióxido de carbono, metano y otros gases. Este número puede reducirse a cero mediante la eliminación gradual de las emisiones de las centrales térmicas a base de combustibles fósiles y de los vehículos de combustión, entre otras actividades.
50 %: reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos prometida por el presidente Joe Biden para el 2030 (con base en los niveles del 2005). Biden anunció este nuevo objetivo en la Cumbre de Líderes sobre el Clima el 22 de abril pasado, que reunió virtualmente a 40 líderes de los países emisores principales.
78 %: reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero prometida por Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, para el 2035, con lo cual dicha nación dio un gran ejemplo como país anfitrión de la COP26.
$8: el costo social del carbono por tonelada utilizado por el expresidente Donald Trump, cuya administración decidió no tener en cuenta los efectos económicos más amplios de la contaminación climática, como las pérdidas comerciales por el clima extremo y los daños a la propiedad durante los huracanes.
$51: el nuevo costo provisional establecido por la administración Biden por cada tonelada liberada a la atmósfera. Sin embargo, esa cifra es temporal, ya que se está trabajando en publicar un número a largo plazo para el 2021.
$100: el precio interno mínimo de la tonelada métrica de carbono que el Pacto Mundial de las Naciones Unidas ha pedido establecer. El organismo mundial alienta a los líderes empresariales a ayudar a impulsar decisiones de inversión que aceleren la transición a una economía baja en carbono.
Más de este autor