Ir

Guate, el decorado

Cuando dejé Guatemala, Cayalá era apenas una idea. Dos años después, es casi una ideología, una forma de ver el país.
Tipo de Nota: 
Opinión

Guate, el decorado

08 de Enero de 2013
Palabras clave

Estoy dando mis primeras brazadas del año, acabo de saltar a la piscina. El agua está tibia, tan transparente, que se pueden ver los diminutos azulejos al otro lado de la pileta. Afuera comienzan a caer los primeros copos de lo que se convertirá en una tormenta que en cuarenta y ocho horas dejará en El Paso más nieve de la que ha caído en Chicago en todo el invierno.

En los próximos días la ciudad quedará completamente cubierta por una gruesa capa de nieve y hielo de Nuevo México hasta el centro de Texas y por las madrugadas, el rocío se convierte en una delgada capa de hielo que cubre los cactos y arbustos de tumbleweed y los deja igualitos a los árboles de navidad que pusieron en Cayalá, solo que sin luces y en medio de un desierto helado.

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor