Evidentemente no hubo intervención divina y pues vuelve la burra al trigo y heme aquí comentando sobre Guatemala. Insisto, el país es como un accidente o un atropellado, da ñáñaras pero uno no puede dejar de ver.
Metido en el trabajo, buscando gente pobre en Estados Unidos que me cuente cómo hacen para sobrevivir temperaturas de 40 grados en casas de lámina y sin aire acondicionado ni ventilador, no me percaté que nueve de los once candidatos habían ido a rendir pleitesía a los obispos. Faltaron Mario Estrada y Sandra Torres. Él no sé porqué no habrá llegado, pero a ella ¡divorciada! cuesta imaginársela hablando contra el divorcio con tanta vehemencia como lo hizo Patty de Arzú.
Fue mi mamá la que me puso sobre aviso. “Los candidatos dicen que hay que darle la pena de muerte a los gays”, me dijo indignada. Desde entonces, no pude dejar de pensar en que, aunque de ellos se espera cualquier cosa, no podrían haber sido capaces. Las noticias, las de Guate y las internacionales, no mencionaban tal cosa.
Le dije que no era cierto y me contestó que tal vez, pero que igual seguía indignada. Su bronca no era tanto si les querían dar o no la pena de muerte sino la intolerancia de los presidenciables. Entre que asegura haber conocido a Cabral en la Argentina cuando nadie lo conocía, antes de que fuera mainstream, y la defensa de los homosexuales, sospecho que a sus 79 años la vieja se está volviendo hipster.
Al final pude ver el foro, en canaljesusTV.com. Lástima que no tienen el vídeo para verlo cuando a uno le conviene sino que es más bien como un canal de T.V. solo que por internet. Así que para saber si era cierto eso de que querían darle negra a los gays, me tuve que soplar dos horas de prédicas y videos de música católica. Dos conclusiones, una es que tenía razón Cartman cuando dijo que media vez tenga letras cristianas, cualquier música por mala que sea va a tener público entre los cristianos. Y dos, que tenía tiempo de no seguirle la pista a los católicos y veo que cada día se parecen más a los evangélicos, con los bailes, las canciones y los sermones más “prendidos”. Debe ser cuestión de mercado.
Pero me distraigo. De vuelta al foro. No voy a recurrir a los chistes facilones y gastados de que las relaciones sexuales entre dos hombres son perdonables si y solo si uno de ellos tiene menos de diez años y el otro una sotana o sacar a relucir que durante su gobierno Patricia de Arzú dirá “no a al aborto en ninguna de sus formas provocativas”, que Rigoberta Menchú de hecho habló de “legalizar a los homosexuales”. Por cierto, fue la única que les dijo que hay cosas más importantes de las que hablar.
Tampoco voy a sacar a colación que Patricia de Arzú (está casada con un divorciado, ¿no?) dijo que los gays son una abominación y que eso me hizo acordarme de un heladero que se paraba todos los días afuera del Inglés Americano, cuando todavía estaba en la zona 15. Se llamaba Chepe y le decíamos el “abominable hombre de las nieves” y el pobre no entendía que era un chingadera de patojos que miraban “En busca de…” con Leonard Nimoy y se mascaba y nos decía “váyanse a comer popó, patojos cerotes”.
Al fin un día un carro lo tiró a la mierda y tuve chance de redimirme porque cabal íbamos pasando con mi papá y le dije: papa, atropellaron a Chepe y lo subimos a la palangana y lo fuimos a dejar tirado a Helados Italia, allá en la zona 5.
Tampoco voy a repetir las críticas de Berganza a Suger o Giammatei.
Llegó un momento en que estaba como el Tano Pasman gritándole a la tele, enfurecido por los preámbulos a las preguntas, llenos de prejuicios contra “las minorías”, las feministas y todo lo que huela a liberal.
Mi bronca es con la Iglesia y sus seguidores. Creo que es derecho de la iglesia y de Patty de Arzú abominar todo lo que considere abominable, al final para eso se organizan.
Lo que no entiendo es cómo la iglesia, que está encargada de la dirección espiritual de su grey y, ojalá, de incidir en que en Guatemala haya políticas en beneficio de los más necesitados y todo eso, venga a portarse como uno de tantos grupos de interés.
Arman un foro para hablar sólo de lo que a ellos les pica. Un foro para arrinconar a los candidatos y sacarles compromisos en políticas sobre gays, divorcio, aborto y fecundación asistida so pena de comprometerlos con los fieles.
Tan poquito terreno por cubrir dejaron los candidatos mientras pontificaban contra el aborto, los gays, el divorcio y la temible clonación que al cardenal Quezada no le quedó más opción que hablar de la pobreza y la inseguridad. No cabe duda que Guatemala es un país disfuncional.
Y digo yo, ¿hay gente que no abomina a los gays pero que sí apoya a la iglesia?, ¿Que está de acuerdo con el divorcio y aún así apoya a la iglesia? ¿Que cree que el condón es una buena forma de proteger a la población del HIV y los embarazos no deseados, pero sigue siendo católico a pesar de lo que haya dijo JPII y B16?, ¿Que cree que es lícito recurrir a prácticas de fecundación asistida pero que, a despecho de lo que dice Roma, siguen apoyando a la Iglesia? Que me expliquen cómo funciona eso. ¿Es así como el buffet de Sizzler en que uno va agarrando las porciones que le gustan de la iglesia y deja las que no le convienen?
Al final, todo quedará en nada. Los candidatos se comprometieron a un montón de cosas que no van a cumplir, como suele suceder. Porque al final de cuentas, eso de que los gays comiencen a casarse y acaben con la familia guatemalteca es una preocupación de primer mundo.
Y que los candidatos salgan diciendo que le van a caer duro a cualquier intento de los gays por subvertir el católico orden de las cosas viene a ser como cuando un tío juraba que nos iba a proteger del Yeti, sí el hombre de las nieves que ya era abominable aún antes de que a Patty de Arzú conociera el significado de la palabra.
¿O se han visto multitudinarias protestas de homosexuales en Guatemala a raíz de las propuestas, los prejuicios y la intolerancia de los candidatos, la iglesia y sus seguidores?
¿O acaso no hay algún pariente gay o divorciado de los candidatos que les pueda poner los puntos sobre las íes?
¿O alguna organización de derechos humanos ha condenado a los candidatos y la iglesia por esto, al final es una cuestión de derechos humanos más básicos?
Si al fin y al cabo en Guatemala hasta los gays y todos los demás son ultraconservadores.
Si ya lo dijo el Tano Pasman, “estamos en la B”.
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