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México evasivo

Este no guarda tesoros como el desierto del principito, de eso estoy seguro. No hay una fuente hacia donde caminar tranquilamente al caer la noche. Secretos sí, pero tesoros ninguno. Guarda sin duda los cadáveres de miles de inmigrantes que quisieron cruzar a este lado.
Tipo de Nota: 
Opinión

México evasivo

05 de Abril de 2011
Palabras clave

Viajando por el desierto, una vez más hacia Columbus Nuevo México, en medio de la soledad total de la carretera, no puedo evitar pensar en El Principito.

Pienso en la soledad del desierto, pero también en la soledad del niño y su amor por la rosa y la soledad del aviador.

Estoy solo en El Paso. Vivo solo, trabajo solo, como solo, nado solo y cada día me cuesta más y más conectarme (tecnológica y emocionalmente) con la gente que quiero.

La soledad del desierto, las planicies abrasadas y el paisaje casi marciano no hacen sino resaltar ese hecho, la soledad en medio de la enormidad de este desierto y este país.

Pero ahora que...

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