En Guatemala, la población que ha sido golpeada permanentemente en sus raíces más profundas por la desigualdad cuenta con una nula o deficiente respuesta estatal y poco sensible a sus necesidades. La crisis nacional por el covid-19 desvela para muchos la realidad que pocos hemos notado en la diferencia de atención en salud que se ofrece a indígenas y ladinos. Los pueblos alejados de la gran ciudad quedan a merced de los líderes políticos y de sus pocas o muchas capacidades.
Algunos alcaldes municipales se dan a la tarea de permitirles a miembros de sus Iglesias salir con altavoces a aterrorizar a los niños anunciando la pandemia como el castigo divino por no arrepentirse de sus pecados o acompañan a un sacerdote a salir el Domingo de Ramos y a desafiar así la medida de suspender toda actividad religiosa. La situación (desde Poptún hasta Pinula) es tan grave como para andar balanceándonos sobre una cuerda floja entre lo que debe hacerse y lo que no.
Como dirigente social en mi comunidad, quiero manifestar mi satisfacción ante las medidas que ha tomado el equipo conformado por la Municipalidad de Purulhá y el Centro de Atención Permanente (CAP), quienes actúan preventivamente en lugar de simplemente cavar fosas en el cementerio. Cabe resaltar que el pueblo ha acatado las disposiciones de nuestras autoridades, por lo que considero que Purulhá debería ser declarado un municipio modelo en el manejo de la presente crisis.
- Cierre y control de accesos a la cabecera municipal y de entradas-salidas a comunidades rurales. Único ingreso: la calzada principal. Se tomará temperatura en entrevista, especialmente a quienes hayan viajado al extranjero.
- Se tiene un total (hasta hoy) de 105 personas asintomáticas en cuarentena. El 98 % son de comunidades rurales. Treinta y tres están fuera de vigilancia.
- El 45 % de las personas en cuarentena son niños y niñas menores de 10 años.
- Quienes permanecen en cuarentena reciben apoyo municipal consistente en granos básicos, en apoyo a la alimentación familiar durante el tiempo que dure el monitoreo. El apoyo también es entregado a adultos mayores para evitar que salgan de su casa.
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- El mercado se cierra los jueves y domingos, días históricos de plaza en los que concurre la mayor cantidad de personas. El resto de los días puede funcionar con restricciones como uso de mascarilla y de guantes. Queda prohibido el ingreso de niños y de adultos mayores. Se puede ingresar con mascarilla y luego de una desinfección en la entrada.
- Los mototaxis circulan conducidos por pilotos mayores de edad, que portan mascarilla y que llevan a un solo pasajero.
- Desinfección periódica del mercado y de áreas públicas por parte de la Municipalidad.
- Los bancos son responsables de la protección de sus cuentahabientes.
- En el área urbana, el agua está más clorada que de costumbre para desinfección de utensilios del hogar.
- Personal de salud sin descanso. Se atienden únicamente emergencias. Se prioriza a personas con enfermedades respiratorias y a mujeres embarazadas.
- Perifoneo en barrios informando sobre medidas higiénicas y de contención. En las comunidades rurales se proporciona información de casa en casa.
- Cierre absoluto de todos los comercios, exceptuando ventas de alimentos y de medicinas.
«Aclaro con mucha pena que en el centro de salud no se tiene la capacidad para atender una emergencia de tal magnitud, por lo que todos los habitantes tienen la responsabilidad de resguardar su salud y la de su familia», expresa la doctora Berta Ramos, directora del CAP.
Y tiene razón. Los trabajadores de salud que evalúan diariamente a las personas en cuarentena no portan el equipo necesario para resguardar su propia salud. Esto los expone gravemente a ellos, a los monitoreados y al municipio completo. Por su lado, la Policía Nacional Civil se excusa con falta de personal, por lo que no apoya en los desalojos de vendedores que no cumplen las medidas.
Sobre las cajas de alimento que el Gobierno ofrece como apoyo, nos confirman que su entrega no se ha coordinado hasta el momento con ninguna autoridad local.
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