Para finales de ese sangriento 2011 ya había más de 150 000 sirios muertos, alrededor de 6 millones de desplazados internamente y más de 2.6 millones que habían huido del país. Las cifras indican que en 2014 ya eran más de 4 millones de refugiados en el extranjero y más de 7 millones de desplazados internamente.
En un principio, la mayoría de refugiados sirios se instalaron en países vecinos como Líbano, Turquía y Jordania, que sin otra alternativa y sin preparación alguna abrieron sus fronteras a aquellos que huían de los espantosos crímenes de guerra en el vecino país.
En el Líbano, las fronteras tuvieron que cerrarse en el otoño del 2014 por la sobrepoblación: para el invierno de ese mismo año ya se contabilizaban más de 1.2 millones de refugiados sirios en territorio libanés. No está de más recordar que la República Libanesa posee apenas una superficie de alrededor de 10 000 km² (en comparación, el departamento guatemalteco del Petén cuenta con 35 854 km²). A pesar de la solidaridad libanesa, el país, por su minúsculo territorio, no se da abasto con la recepción de más refugiados: hoy en día estos representan más de un cuarto de la población (Líbano cuenta con unos 4.8 millones de habitantes). Los refugiados sirios en Líbano viven en situaciones bastante precarias, pero logran sobrevivir gracias a ciertas ayudas de distintas ONG[1].
El caso de Turquía es similar en cuanto a la marginación de los refugiados, pero el problema de sobrepoblación no está tan marcado pese a que el número de refugiados es más elevado. En la actualidad, Turquía alberga a unos dos millones de refugiados sirios en su territorio[2]. Sin embargo, estas cifras presentan muchas variantes por nuevos panoramas conflictivos y migratorios. Para comprenderlos es necesario recordar la posición geopolítica de ese país. El gobierno de Erdogan le declaró la guerra al Estado Islámico en julio de este año y ya bombardeó varios poblados del Daesh en Siria. Pese a ello, Erdogan también declaró la guerra a las empoderadas fuerzas del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán, por sus siglas en kurdo), que también luchan contra el Estado Islámico[3]. Este es un indicador de un ambiente político inestable que puede desembocar en una guerra más intensa[4]. Por eso —y por la posición geográfica de Turquía— los refugiados sirios buscan ahora llegar a la Unión Europea (UE), sobre todo al espacio de Schengen, donde podrían moverse con toda libertad entre la mayoría de los grandes países que lo integran.
Lamentablemente, esta movilidad entre fronteras no es tan simple. En la actualidad, menos de 400 000 refugiados sirios han arribado a suelo europeo. Muchos intentan entrar en el espacio de Schengen saliendo por el puerto de Bodrum en Turquía para llegar a la isla de Kos en Grecia. Es en este tramo marítimo donde varias embarcaciones con refugiados han naufragado. Un ejemplo emblemático es esa foto que le dio la vuelta al mundo en las redes sociales, la de Aylan Kurdi, el niño sirio de tres años que murió ahogado y fue encontrado en una playa turca cerca de la isla de Kos. Antes de su muerte, la familia de Aylan intentó pedir asilo en Canadá, pero tras la respuesta negativa intentó ingresar en la Unión Europea.

New World Map, de Rafat Alkhateeb. Disponible en Cartoon Movement.
Otros miles han tratado de entrar en el espacio de Schengen desde Macedonia para ingresar por la frontera de Idomeni en Grecia. Aquí muchos fueron recibidos por la Policía con macanas y bombas lacrimógenas. Otros tantos también intentan pasar las fronteras serbio-húngaras y rumano-húngaras, siempre evitando las razors que el Gobierno húngaro colocó a lo largo de 150 km de su frontera con Serbia[5]. El Gobierno húngaro ha desatado ya varias polémicas no solo por cerrar totalmente sus fronteras, sino también por bloquear el sistema ferroviario para evitar el ingreso de refugiados sirios en Alemania, Austria y Francia[6].
En la mayoría de los casos, las respuestas de Europa del Este han sido las mismas: cierre de fronteras, represión policial, cierre de las vías de comunicación y desalojamientos forzados. Esto evidencia que dichos países —al igual que Líbano, Turquía y Jordania— no están preparados para brindar ayuda humanitaria adecuada y responder adecuadamente a la crisis de refugiados. Esta vez las soluciones deben venir tanto de la periferia como del núcleo, es decir, tanto de los países no miembros como de las grandes naciones de la UE.
Las aperturas y las soluciones comienzan a verse sobre todo en Alemania, que ofrece una de las mejores condiciones de asilo a los refugiados sirios al ayudarlos a insertarse plenamente en el país (no solo para residir de forma temporal). Esta es la razón por la cual casi todos los refugiados sirios tienen como objetivo llegar a Alemania[7]. La apertura del sistema ferroviario húngaro-austríaco y el cálido recibimiento en Viena posibilitan un alivio a la crisis. Se planea establecer cuotas entre los países miembros de la Unión Europea para repartirse equitativamente (a partir de varios factores como el PIB, la tasa de desempleo, la densidad poblacional, etcétera) la gran cantidad de refugiados que se encuentran en campamentos en Grecia, Hungría, Rumanía e Italia[8].
Otros casos poco evidentes se han dado en las periferias. Un ejemplo particular es el de la República Democrática de Armenia. Este país, tras sufrir constantemente un despoblamiento por la emigración, busca en los refugiados sirios una oportunidad de estabilizarse demográficamente. Incluso, desde el 2013 se construyeron nuevos barrios en las afueras de la capital para que los refugiados sirios los habiten permanentemente. El proyecto comenzó con el plan de dar asilo a los 100 000 sirio-armenios que habitan la ciudad de Alepo, al oeste de Siria. No obstante, el proyecto se abrió para todos los sirios (en su mayoría cristianos) que quisieran abandonar su país por la guerra. Curiosamente, estos barrios se conocen con el nombre de la Nueva Alepo[9].
Estos casos son solo ejemplos de cómo se intenta abordar soluciones desde la política. Sin embargo, urgen respuestas integrales y humanitarias para evitar nuevos conflictos en las fronteras y, sobre todo, para evitar más muertes de inocentes por naufragios o represiones injustificadas. En lo personal, me parece absurdo que los países cercanos al conflicto (poco preparados para recibir refugiados) tengan que lidiar con el problema solos, sin ayuda de nadie. Las libertades y los derechos humanos que se promueven en la Unión Europea, dentro de este territorio, tienen que extenderse a las personas que no gozan ni de libertad ni del derecho a la vida —aunque sean foráneas—. Al final, esta no es una crisis migratoria, sino una crisis de refugiados.
Al menos a nivel social, muchos ciudadanos y movimientos colectivos europeos se han solidarizado con los refugiados sirios. El cálido y humano recibimiento de refugiados y la apertura de fronteras en Austria y Alemania generan esperanza en la resolución de la crisis. En países como Francia y Alemania se han promovido movimientos y campañas para recibir refugiados en casas particulares de civiles de forma temporal. En países como España, donde los refugiados sirios no son tantos, se construyen varios centros de acopio para recibir nuevas olas de refugiados. Una iniciativa similar surge en Islandia (que no es miembro de la UE), donde la población demandó a su Gobierno un papel más activo en la propuesta de soluciones y en el acopio de refugiados. Esta crisis necesita también de una solidaridad entre pueblos: una solidaridad que trascienda lo político y refleje lo humano.
[1] Raad Tawk, Rania (10 de julio de 2015). «Un million et demi de réfugiés syriens au Liban, presque le tiers de la population». En L’Orient-Le Jour. Líbano. Disponible en: http://www.lorientlejour.com/article/933791/un-million-et-demi-de-refugies-syriens-au-liban-presque-le-tiers-de-la-population.html. [Consultado en línea el 3 de septiembre de 2015].
[2] Breteau, Pierre (2015). «Réfugiés syriens: la Turquie, le Liban et la Jordanie en première ligne». En Le Monde. Francia. Disponible en: http://abonnes.lemonde.fr/les-decodeurs/article/2015/09/02/accueil-des-refugies-syriens-la-turquie-le-liban-et-la-jordanie-en-premiere-ligne_4743310_4355770.html. [Consultado en línea el 3 de septiembre de 2015].
[3] Las fuerzas del PKK buscan no solo luchar contra el Estado Islámico, sino también crear un país propio, Kurdistán, entre el noreste de Siria, el noroeste de Irak y el sudeste de Turquía.
[4] BBC Mundo (25 de julio de 2015). «Por qué Turquía se suma ahora a la guerra contra [el] Estado Islámico». Reino Unido. Disponible en: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150724_turquia_estado_islamico_eeuu_ataques_men. [Consultado en línea el 3 de septiembre de 2015].
[5] Se recomiendan las imágenes sobre el tema en Le Monde (28 de agosto de 2015). «En images: sur la route des réfugiés». Francia. Disponible en: http://abonnes.lemonde.fr/international/visuel/2015/08/28/sur-la-route-des-refugies_4737459_3210.html. [Consultado en línea el 3 de septiembre de 2015].
[6] Di Lolli, Alberto (3 de septiembre de 2015). «La suspensión de trenes internacionales provoca el caos tras reabrir la estación de Keleti». En El Mundo. España. Disponible en: http://www.elmundo.es/internacional/2015/09/03/55e7eb76268e3e69308b456e.html#xtor=&utm_source=ExtensionFactory.com&utm_medium=extension&utm_campaign=extension&utm_content=notification. [Consultado en línea el 3 de septiembre de 2015].
[7] El Periódico (2 de septiembre de 2015). «Merkel, la madre de los sirios». España. Disponible en: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/merkel-madre-los-sirios-4474897. [Consultado el 3 de septiembre de 2015].
[8] En Italia hay otros refugiados provenientes de África (Sudán, Libia, etcétera). Véase Le Monde, AFP y Reuters (3 de septiembre de 2015). «Hollande et Merkel s’accordent sur des quotas contraignants d’accueil de migrants». En Le Monde. Francia. Disponible en: http://abonnes.lemonde.fr/europe/article/2015/09/03/hollande-et-merkel-se-mettent-d-accord-sur-des-quotas-contraignants-d-accueil-des-migrants_4745055_3214.html. [Consultado en línea el 3 de septiembre de 2015].
[9] Courrier International (24 de junio de 2013). «Arménie. Une nouvelle Alep pour les réfugiés syriens». Francia. Disponible en: http://www.courrierinternational.com/breve/2013/06/24/une-nouvelle-alep-pour-les-refugies-syriens. [Consultado en línea el 3 de septiembre de 2015].
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