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La cara de la candidata a la presidencia de la UNE, Sandra Torres, en uno de los tantos afiches que adornaron el parqueo del mercado de La Terminal durante el mitin de cierre de campaña del partido. Simone Dalmasso

Sandra Torres cierra su campaña con ataques al TSE e insultos a su rival

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Sandra Torres cierra su campaña con ataques al TSE e insultos a su rival

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Sandra Torres subió a la tarima instalada en el mercado La Terminal para su cierre de campaña. Allí replicó los señalamientos de la FECI contra el TSE por supuestamente contratar a digitadores que estaban afiliados al partido Semilla; insultó a su rival, y aseguró que ella protegerá al país de agendas «extranjeras». En un discurso de 30 minutos, Torres hizo un colofón de insultos, ataques y, de paso, lanzó una consigna que se asemeja más a un insulto a sus seguidores «¡Pues la ignorancia es la riqueza de la cultura de nuestro pueblo!».

Sandra Torres planificó llegar a las 9:00 horas a La Terminal, un mercado con más de 50 años de historia donde cada mes circulan millones de quetzales. Pero antes, la candidata presidencial de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) dio una conferencia en la sede nacional del partido para denunciar que digitadores de Semilla fueron contratados por el TSE.

Torres replica las acusaciones que un día antes hizo el jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, y se sirve de ellas para denunciar que el TSE está parcializado a favor del partido rival. Habla, específicamente, de cuatro digitadores, pero omite decir que en total son 5 mil los que hay contratados por el TSE.

«No hay objetividad, imparcialidad ni independencia del Tribunal Supremo Electoral. Le responde a un proyecto político. Tenemos que competir en igualdad condiciones y no las hay. Las condiciones están sesgadas hacia un partido político», dice la presidenciable.

A tan solo dos días de la elección, la candidata sabe que dos de las principales encuestas (Prodatos y Cid Gallup) posicionan al candidato de Semilla, Bernardo Arévalo, en primer lugar, superándola por más de 20 puntos porcentuales. Y ante ese escenario, opta por cuestionar la integridad del proceso.

Habla del acta 7186 en la primera vuelta, donde supuestamente Semilla obtuvo más votos que el padrón registrado en dicha mesa, para sustentar su narrativa de fraude. Sin embargo, dicha acta es ilegible y no fue contabilizada. Mencionó también la 6801, pero al igual que la anterior, es ilegible y no incidió en el resultado final.

Mientras habla en el escenario, detrás de Torres hay una mesa con varios militantes del partido.

Se encuentra Sergio Enríquez Gárzaro, quien enfrentará juicio en enero del año entrante por lavado de dinero a raíz de un fraude en la municipalidad de Chicamán; Luisa María Salas Bedoya, que fue procesada por peculado y fraude en el caso Caja de Pandora; y Marcelo Rojas, un dirigente del mercado que ha apoyado a los gobiernos de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei.

Cumbia, lucha libre y un público apagado

La tarima y sonido se instalan en un enorme parqueo de La Terminal, a dos cuadras de las antiguas vías férreas en la calzada Atanasio Tzul. Previo a la llegada de Torres, es necesario lograr una afluencia masiva de personas.

Para ello, la UNE recurre a Los Miseria Cumbia Band, un grupo cuyo vocalista es Pablo Cristiani, hermano del exdiputado del Partido Patriota Edgar Cristiani, y que ha recibido 422 mil 620 quetzales en contratos con entidades públicas. De estos, más de la mitad han sido durante la actual administración con el Inguat y distintas municipalidades.

También presentan un espectáculo de lucha libre, con cuatro peleadores que, con dificultades, hacen piruetas y saltos aeróbicos. Se lanzan de las cuerdas, pero apenas logran inmutar a los asistentes.

Luego, pasa al escenario un pastor, una comerciante del mercado y el vicepresidenciable Romeo Guerra. Este último dura en el escenario menos de cinco minutos y, con el apoyo de una hoja, enfatiza que gobernarán «con la ley de Dios» y con la Constitución en mano.

Acto seguido, los animadores piden júbilo para la llegada de Torres, pero son apenas las primeras cuatro filas del público las que corean el nombre de la candidata. El resto, que es mayoría, luce indiferente y su mayor preocupación parece ser cubrirse del sol del medio día con las mantas vinílicas que se repartieron al público.

La campaña del miedo

Durante esta campaña, el principal as bajo la manga de la UNE ha sido el miedo a peligros sin sustento: el miedo a la agenda 2030, a que se legalice el matrimonio entre personas del mismo sexo, a que se destruya a las familias guatemaltecas, a que se prohíba la libertad de culto, a Cuba, Venezuela y a que se impongan agendas que califican como «extranjeras».

Pero ninguno de estos peligros tiene sustento, pues no hubo durante la contienda partidos que abordaran en sus planes de gobierno cambios radicales en estos temas. Aun así, Torres dice que ella defenderá a la familia, sin señalar circunstancias reales que signifiquen una amenaza.

«Hemos hecho una campaña de defensa de la familia, siendo consistentes en que el aborto y el matrimonio ente dos hombres y dos mujeres no va con nosotros, amigos y amigas. Porque eso destruye a las familias. Y nosotros queremos familias unidas. Queremos proteger a nuestros niños», alardea Torres.

El otro recurso de la presidenciable, además del miedo, es el insulto hacia el rival.

«La diferencia entre ese otro candidato y mi persona es que yo sí tengo carácter y pantalones para poner orden en nuestro país. El carácter y pantalones que a mí me sobran le faltan al otro candidato. Es un candidato que se victimiza… ¡nagüilón!», grita.

El insulto dista de la tónica de la oración que inauguró el mitin y las invocaciones a Dios que con recurrencia hace Torres cada vez que figura públicamente. Además, resta protagonismo a sus propuestas como la bolsa solidaria, las cuales apenas alcanza a mencionar en el discurso.

Minutos antes de cerrar, lanza una frase que bien parece un insulto hacia su público y seguidores.

«Nos han dicho que los del partido Semilla son pensantes y que nosotros somos ignorantes. ¡Pues la ignorancia es la riqueza de la cultura de nuestro pueblo!, amigos y amigas», exclama con fuerza.

En todo caso, durante la jornada no quedó claro si las personas en La Terminal asistieron a la convocatoria por convicción, o se conglomeraron por la afluencia natural de un mercado que, minutos antes, fue amenizado por un popular grupo de cumbia del país. Esta confusión la motiva también un hombre en motocicleta que, al observar a un grupo de periodistas caminar, exclama:

- ¡Vamos por Semilla, jóvenes!

 

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