El recuerdo de los momentos más difíciles de la transición política de 2023 empieza ya a disiparse en la mente de los ciudadanos, por lo que, tarde o temprano, todos esos momentos de tensión e incertidumbre quedarán en el olvido cotidiano, excepto para los especialistas e historiadores, que seguro seguirán sacando enseñanzas y lecciones de tales momentos vividos. Por el contrario, conforme pasan los días los ciudadanos empiezan a fijarse en las declaraciones y actos del nuevo Gobierno, buscando en cada acción o discurso el cumplimiento paulatino de las promesas de campaña. Por supuesto, se sabe de antemano que no será fácil, pero ahora empieza la carrera contrarreloj que permitirá ir avanzando paso a paso en la senda que todos esperan: la de la transformación.
Un primer gran obstáculo a este proceso es la diversidad de expectativas que prevalecen en la sociedad. Desde los representantes de los pueblos originarios, quienes esperan una atención que nunca han tenido, hasta los diversos representantes de las muchas causas que por años han buscado reivindicaciones, tales como los jóvenes, las mujeres, los campesinos, la niñez y adolescencia, entre otros grupos vulnerables que demandan respuesta a sus necesidades. De esa forma, es prioritario que el gobierno pueda canalizar los recursos de forma oportuna a la población que lo necesita, esto será un elemento vital del nuevo gobierno; justo por ello, la primera prueba de fuego será el proceso de nombrar gobernadores departamentales.
La estrategia del Ejecutivo fue modificar el procedimiento de elección. Sin eliminar la posibilidad de la sociedad civil de elaborar ternas que posteriormente se elevan a consideración del Presidente, el gobierno de Bernardo Arévalo ha favorecido un procedimiento que permitirá la participación activa de la ciudadanía, ya que la primera fase es el proceso de postulación abierta a cualquier ciudadano que lo desee. Una segunda fase será la conformación de una comisión que, desde los Consejos Departamental de Desarrollo (CODEDE), calificará los expedientes y elaborará la lista final de aspirantes, que será publicitada debidamente. La tercera fase será la de tachas y observaciones a la lista de los candidatos, proceso que sería abierto a los actores de sociedad civil, de manera que el CODEDE tenga elementos para elaborar la terna final, que será enviada al Presidente. El último paso será la decisión presidencial: si se considera que la terna satisface las expectativas de cambio, se nombrarían gobernadores; de lo contrario, el Presidente puede devolver la terna para que sea modificada por el CODEDE.
[frasepzp1]
Aunque el procedimiento propuesto parece complejo y engorroso, la estrategia parece confirmar que el Ejecutivo ha identificado el ámbito territorial como elemento clave de cambio. La idea, según se ha conocido de voz de los funcionarios encargados del proceso, es que la elección de gobernadores realmente cumpla como un proceso intermedio entre lo nacional y lo local, de manera que las gobernaciones ahora jugarán un papel articulador que antes no tenían. De esa cuenta, se habla de «gobiernos departamentales», tal como afirmó en entrevista a Emisoras Unidas el encargado de la Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia, Víctor Hugo Godoy. En dicha entrevista, Godoy afirma que la estrategia del presidente Arévalo es construir instituciones departamentales que acompañen y supervisen los cuantiosos recursos que se invierten en el ámbito territorial, ya que, en el pasado, dicha inversión ha sido la fuente inagotable de corrupción que ha servido como una maquinaria muy bien aceitada para comprar voluntades y votos.
Si se logra desmantelar las estructuras departamentales de corrupción y sustituirlas por procesos de empoderamiento ciudadano en el ámbito territorial, el gobierno de Arévalo empezará a construir un sólido andamiaje político que puede servir para garantizar la continuidad del proceso de cambio, ya que los ciudadanos empezarán a notar vientos que pueden ayudar a mitigar la impaciencia, lo cual, indudablemente, sería una protección muy importante en contra de quienes se oponen a la transformación del sistema.
Más de este autor