La redención y otros demonios: historia de un músico de barrio bajo

La canción me sirve como música de fondo para la lectura de un artículo de American blues scene, sobre un artista cuyo nombre resulta tan poco convencional como su propia historia: Fantastic Negrito, quien en palabras de Dario Manrique Nuñez, para El País, es el «protagonista de una historia de miseria, mala suerte y, al fin, redención a través de la música».

Xavier Amin Dphrepaulezz. El octavo hijo de una familia de quince hermanos, criado, en palabras de su propia biografía, en un ortodoxo hogar musulmán en Oakland California en los años setenta del siglo pasado.

Un día escapó de casa, y se dedicó a uno de los pocos oficios disponibles para un adolescente negro: distribuir drogas. «We were all selling drugs, man. We all carried pistols. There was a crack epidemic» fueron sus palabras en una entrevista con The Guardian en 2016, que arranca pinceladas sobre la vida de uno de los artistas favoritos de Bernie Sanders, con cuya compañía colaboró, tocando en sus mítines, temas como Working poor (2016).

La música reconduciría la vida de este artista. Dirty Mind, el álbum de Prince de 1980, lo inspiró a dejar las pandillas, mudarse a San Francisco, dónde según su propio recuento, aprendió música colándose en las clases de la Universidad de Berkeley. En 1995 firmó un contrato con una disquera con la cual produjo un álbum que, sin embargo, no sirvió para lanzar su carrera.

Cuatro años después un accidente de tránsito lo dejaría en coma durante tres semanas y,  como en la historia de Tommy Iommi, afectó su capacidad de tocar la guitarra y lo obligó a desarrollar una postura física para volver a hacerlo.

[frasepzp1]

Fantastic Negrito ya no era un hombre joven, enfrentó un dilema sobre si volver a la música. No obstante, se dedicaba a tocar en las calles de Oakland, en una búsqueda por recuperar su inspiración y, ciertamente, su pasión. Un artista callejero que ganó, contra todo pronóstico el concurso Tiny Desk en 2015. A partir de ese momento fundacional, Fantastic Negrito ganaría tres Grammys: en 2017 por The Last Days of Oakland, en 2019 por Please Don’t be Dead, y en 2021, por Have Your Lost Your Mind Yet?, todos ellos en la categoría Best Contemporary Blues Album.

Una historia francamente espectacular, que puede reflejarse en canciones como An Honest Man (2016), Plastic Hamburgers (2018), o Lost in a Crowd (2017) que dan cuenta de una visión compleja y profunda, sobre una época en la cual la ideología suele preceder a la realidad. 

Hay un disco nuevo de Fantastic Negrito, que será lanzado en un par días.  Son of a Broken Man. Incluye canciones con un profundo sonido nostálgico como I Hope Somebody’s  Loving You, que me hacen pensar que podría ser una fantástica compañía en los últimos meses de este año, y en cuya compañía finalizó estas líneas.