Tristezas infinitas y esperanzas varias

El álbum ha vendido más de diez millones de copias, y sigue siendo un referente de lo que fue el género alternativo. Una mezcla de metal y grunge, con rastros de psicodelia, que tiene la capacidad de transportarte desde la rabia, por ejemplo, de sentirse dentro de los barrotes de una jaula – depiste all my rage I am still just a rat in a cage- hasta la ternura más compleja y sencilla de sentirse enamorado - And the embers never fade, In your city by the lake/ The place where you were born.

Pese a que coincido con quienes sostienen que Siamese Dream es un mejor álbum de los Smashing Pumpkins, no puedo dejar de sonreír al pensar que canciones como Zero, Love, y especialmente Bullet with butterfly wings, tienen un significado especial para mí, que sabe a aire frío del páramo, sudor y muchos kilómetros en bicicleta. 

[frasepzp1]

Digamos que soy algo así como un fan: Guardo en algún sitio la portada del álbum, así como el arte interior y el libro. Tesoros que algún día estaban expuestos en mi escritorio en alguna de las muchas oficinas que he tenido desde el año 2000, en mi particular peregrinaje por distintos destinos en Guatemala. Vi a Billy Corgan en Quito el año pasado, en una puesta en escena que conserva la teatralidad característica de la banda: sotanas negras y la cabeza afeitada que le dan ese aspecto tétrico y cómico.  Sigo su pódcast, del cual recomiendo una entrevista con Tom Morello, que tiene reflexiones sobre el éxito.

Con la nostalgia exudando a través de versos como Emptiness is loneliness, and loneliness is cleanliness, and cleanliness is godliness, and God is empty just like me, recorro la distancia entre la cocina y el escritorio, con mis audífonos reproduciendo la poderosa descarga de un riff, que hace vida aquella sensación de poder transportarse en segundos entre la vulnerabilidad y las ganas de conquistar el mundo.

Recibo un mensaje de WhatsApp con un vínculo para el sitio de Billboard, con la nota publicada cuando el Mellon Collie cumplió 20 años. Sonrío. El artículo habla de los diez momentos más nostálgicos en el álbum. Elijo los minutos 1:44 a 2:12 de To Forgive. Esos versos dicen: I sensed my loss / before I even learned to talk / And I remember my birthdays / Empty party afternoons won’t come back.