Voracidad golpista

Sin embargo, no es la única actora ni actúa en solitario. En el despliegue de la gigantesca conspiración golpista, Porras ha contado con su equipo en el MP, los recursos que las élites golpistas ponen a su disposición y los apoyos del servilismo golpista antidemocrático.

Su nueva embestida arrancó en el proceso de planificación y puesta en marcha de las acciones que culminaron con la liberación, no fuga, de 20 reos de alta jerarquía en las maras. Personajes que cumplían condenas de siglos por asesinatos y crímenes violentos contra el patrimonio de las personas. Esa operación inicial pinta de cuerpo entero a quienes buscan destruir el frágil andamiaje de derechos que aún funciona. Dejar en libertad a grupos de personas que basan su sobreviviencia en el asesinato, evidencia que, literalmente, la vida de las personas les importa un pepino.

Con ello, alcanzaron su propósito de sacar del Ministerio de Gobernación (MINGOB) a Francisco Jiménez. No obstante, se estrellaron contra la designación de una persona proba, por lo que la cartera no quedó en sus manos. En tal sentido, tuvieron un revés puesto que no lograron meter un alacrán en la camisa del Ejecutivo. De tal suerte que se vieron precisados a seguir con el plan y por lo tanto, vuelve la mula al trigo.

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Pocos días después, el MP se saca de la manga un caso contra el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), por un convenio con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés). Con este caso pretenden salir de dos ministros eficientes pues también van contra el titular de Finanzas, Jonathan Menkos. Por si fuera poco, también empujan un proceso penal en contra del presidente Bernardo Arévalo.

Con este caso y en aras de alcanzar su ambición golpista, una vez más conspiran contra la vida de las personas. El MP no ha tenido empacho en pedir que se detenga el pago por la entrega de medicamentos e insumos a los hospitales. Les vale madre, literalmente, la vida de las personas.

En su afán conspirador, ni siquiera cuidan las formas. Pese a que el titular del MSPAS, Joaquín Barnoya, goza de antejuicio, se han dado el lujo de pedir acciones judiciales sin haber gestionado el levantamiento de la inmunidad. Tan segura se siente la golpista Porras en su accionar que no le importa evidenciar la flagrancia en su conducta delictiva.

La denuncia del mandatario, respecto de las intenciones golpistas de la Fiscal General tienen fundamento. La conducta de la jefa del MP lo hace más que evidente y, si sumamos a todo ello el comunicado de los autollamados oficiales de la montaña, ni duda queda de la intención de tirar por la borda la institucionalidad democrática que todavía respira.

Queda en manos de los pueblos, sus organizaciones y la sociedad en su conjunto, defender la democracia. No para proteger o salvar a un grupo determinado, sino para recuperar lo que nos pertenece y hemos construido a costa de mucho dolor y sacrificio. Guatemala y sus pueblos no pueden retroceder. Al contrario, hay que mirar y aprender del pasado para impedir que la conspiración funcione y el golpismo retorne.