Panino en plural es panini, pero esto ha salido por el álbum de cromos o estampitas del próximo mundial de futbol (distribuido por la empresa Panini). El nombre pareciera fuera de lugar, pero no, porque dentro de poco se comerá futbol los tres tiempos. Y no importa que las federaciones participantes no hayan presentado la nómina oficial de jugadores. Ya están las estampitas y ha comenzado la estampida para rellenar el álbum, aun sabiendo lo que ya sabemos.
Hasta aquí, todo bien y revuelto. Lo que está enturbiando el asunto es el aparecimiento en internet de un fraude peligroso (ajeno a la empresa Panini). Según la firma de ciberseguridad ESET, este consiste en que el público recibe por guasap (usted me entiende) la hermosa noticia que, sin que haya movido un dedo para que ello, usted acaba de ganarse un álbum completamente lleno y por cortesía de Panini. ¿Qué debe hacer para cobrar su premio? Llenar un corto cuestionario. Claro, será solo para los primeros que respondan.
Como en Guatemala le creemos de todo a cualquiera (pregúntenle a Giammattei), seguramente intentaremos ser de los más vivos y responderemos el cuestionario ipso facto. Luego de entregar información no comprometedora, le pedirán instalar una app, y ahí es donde la puerca tuerce el rabo porque una vez la instale, su información crítica (personal, bancaria etc.) será quirúrgicamente extraída del teléfono. El resultado es previsible: ni panino ni panini, sin álbum y sin estampitas, pero sí estampados por el ataque cibernético.
Aunque sabemos hasta el cansancio que no hay elote gratis, la tentación puede hacernos probar; así que después no diga que no se lo dije. Y pase la voz.
Y ya que llegamos hasta aquí, déjeme listarle algunos de los fraudes informáticos que pueden aparecer en su computadora o teléfono en cualquier momento:
- Los premios de cualquier tipo que se ha ganado sin siquiera haberse enterado del concurso. Decía mi abuelita que «lo único que uno puede ganarse sin haber comprado número es una cachimbeada».
- Las amenazas de que su cuenta (no importa de qué tipo) ha sido suspendida o está a punto de serlo, y para evitarlo debe instalar algo, ir a un enlace, escribir a alguien o llenar algún cuestionario.
- Correos de personas y empresas que usted no conoce, hablándole de pedidos que no ha hecho.
- Mensajitos, guasaps, correos y demás con anexos o enlaces desconocidos y no reconocibles. Los malos de la Internet explotan nuestra curiosidad instintiva y nuestro anhelo por obtener ganancias sin hacer algo para ello.
- Compras o pedidos legítimos en una plataforma donde lo trasladan a otra para completar el proceso.
- Compras que requieren pago anticipado en cuentas que no son empresariales.
- En cuanto a Marketplace de Facebook, ESET informa que una de cada seis personas que hacen compraventas en esa plataforma resulta estafada. En el anterior enlace puede encontrar muchos detalles sobre cómo funcionan estos fraudes.
La lista de fraudes activos en Internet es enorme y se actualiza todos los días. Sin embargo, la cadena de factores que hacen que los engaños sean posibles es corta y constante: curiosidad, hábito de hacer clic sobre todo lo que nos propongan (aunque no comprendamos lo que estamos haciendo), desconocimiento de algunas medidas básicas de seguridad y deseos de ganar algo sin trabajar por ello. Los depredadores conocen estos factores y los utilizan creativamente para sus cibercrímenes.
La prevención depende de nosotros. Este sitio independiente contiene varios consejos útiles para evitar caer en las manos de delincuentes cibernéticos. Ahora, llene su álbum con tranquilidad y cromo por cromo.
Posdata[1]
[1] Imagen: El Gafete (Facebook)
Más de este autor