Conformada por países hermanos en la crisis, vecinos que comparten historia de guerra, dictaduras, fraudes gubernamentales y esperanzas. Resiste, crea y florece cada país desde su espacio, aunque más allá de sus fronteras, apenas logren cruzar algunos libros, algunos nombres, se logren intercambiar algunas palabras. Lo bueno, lo bello parece que siempre quedará lejos.
Sin embargo, en 2013, Nicaragua, el primer país que históricamente abandonó en aquellos años lejanos la federación cent...
Conformada por países hermanos en la crisis, vecinos que comparten historia de guerra, dictaduras, fraudes gubernamentales y esperanzas. Resiste, crea y florece cada país desde su espacio, aunque más allá de sus fronteras, apenas logren cruzar algunos libros, algunos nombres, se logren intercambiar algunas palabras. Lo bueno, lo bello parece que siempre quedará lejos.
Sin embargo, en 2013, Nicaragua, el primer país que históricamente abandonó en aquellos años lejanos la federación centroamericana, se convirtió en el país que ha vuelto a unir a Centroamérica con el nacimiento de una de las fiestas más importantes de la literatura de la región: Centroamérica Cuenta. Con el escritor Sergio Ramírez Mercado a la cabeza de un equipo de literatos, gestores y amantes de las letras, año con año, empezaron a convertir, primero a Nicaragua, y luego a otros países del Istmo en punto de encuentro con los grandes protagonistas de la literatura iberoamericana. Nombrando a Centroamérica como un espacio de recepción, pero también de visualización para la literatura de la región.
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La misma crisis política y social que vive Nicaragua, hizo que el Festival empezara a migrar. En 2019 se celebró en Costa Rica y, luego, venía hacia Guatemala, cuando la pandemia se encargó de cambiar todos los planes. Ahora, después de estos años de explorar la virtualidad, finalmente, Centroamérica Cuenta llega a esta ciudad. Y esta semana, del 26 al 29 de mayo estará llevando a cabo una serie de actividades[1] que incluyen presentaciones de libros, talleres de escritura, una lectura de poesía y varios conversatorios, no solo alrededor de la literatura, sino también de los derechos humanos, de la libertad de prensa, de las maneras de narrar la migración, la memoria y el cine, entre otros.
Esta edición, que está dedicada a la vida y la obra de la escritora española Almudena Grandes, contará con la presencia del Premio Alfaguara 2022, Cristian Alarcón; la ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz de 2021, Fernanda Trías; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; las escritoras Elizabeth Duval, Aroa Moreno, Laura Restrepo, Nona Fernández, Carmen Aristegui, Claudia D. Hernández, así como el poeta Luis Cháves y el narrador Francisco Goldman, entre otros escritores y cineastas de Guatemala y la región.
En este país, que tampoco es ajeno a la crisis de cada día, en el que recién sale a luz la insistencia por desbaratar la Feria Internacional del Libro de Guatemala[2], que había sido programada para julio y ahora tuvo que trasladarse para noviembre, debido a que aún no llegan los fondos del Ministerio de Cultura, la presentación de un espacio como Centroamérica Cuenta se convierte en un punto de resistencia del pensamiento crítico y de la sensibilidad. ¡Cómo no celebrarlo, cómo no agradecerlo, cómo no asistir!
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