Los fiscales y el juez, corruptos de los golpistas

Sería lamentable y nefasto que un grupo ya muy reducido y cada vez más aislado tenga la capacidad de terminar de arruinar el proceso electoral.

Pese a la gravedad de las anomalías registradas desde el inicio del proceso electoral, el hecho es que siguen firmes las decisiones del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en cuanto a oficializar los resultados de la elección general del 25 de junio, y la confirmación del balotaje de la elección presidencial el 20 de agosto, siendo los contendientes Sandra Torres por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Bernardo Arévalo por el partido Movimiento Semilla.

Así, quienes continúan rechazando los resultados son parte de un grupo de fascistas y anticomunistas cada vez más reducido y aislado. Por su necedad y fanatismo, ya no gozan de la confianza de la mayoría de la ciudadanía conservadora o de pensamiento de derecha, ni del apoyo financiero de la mayoría del sector privado empresarial, porque está claro que sus acciones y crímenes dañan el clima de negocios, y ya están provocando fuga de capitales e incrementando el riesgo de sanciones internacionales, por demás innecesarias.

Sin embargo, este grupito de golpistas continúa detentando una cuota de poder importante y peligrosa: mantienen capturado al Ministerio Público (MP), especialmente la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) y el Juzgado séptimo penal. Con Consuelo Porras, Rafael Curruchiche, Cinthya Monterroso y Fredy Orellana, todos incluidos en la Lista Engel, son los sicarios fiscales y judiciales al servicio del grupito de golpistas que, cada vez de manera más desesperada, torpe y agresiva, están perpetrando crímenes e ilegalidades en la forma de una campaña de hostigamiento y acoso judicial y penal espurios, en contra personas que no gozan de antejuicio, especialmente trabajadores del TSE y cuadros del partido Movimiento Semilla.

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Es curioso que, por un lado, al reducirse el grupo de golpistas claramente se debilitan, pero, por otro lado, el dinero que reciben de los pocos empresarios que aún les apoyan basta y sobra para sobornar a tres gentes en el MP y a un juez prevaricador. Así, la corrupción concentrada en los personajes que hoy más brillan en la Lista Engel es desenfrenada y galopante. La sabiduría popular y ciudadana atina a responder preguntas como ¿cuánto se estarán forrando Porras, Curruchiche, Monterroso y Orellana a cambio de ejecutar la nefasta y criminal campaña de hostigamiento judicial y penal espurio en contra del TSE y del partido Movimiento Semilla? Por mucho que sea, con un solo millonario guatemalteco enajenado y cegado por el fanatismo anticomunista o religioso, basta y sobre para untarles de billetes las manos a unos cuantos fiscales y un juez corruptos.

Análisis como este deberían convencer a las grandes mayorías que este no es momento para sentir miedo. A la fecha, el balance es favorable: hasta el MP corrupto de Porras ya aceptó que el balotaje de la elección presidencial será el 20 de agosto, entre la UNE y Semilla.

Los golpistas son un grupo muy pequeño, cada vez más aislados y con menos apoyo. Así que todas las energías deben concentrarse en el núcleo del problema: el MP de Porras, la FECI de Curruchiche y Monterroso, y el juez Orellana. Sin esas armas bajo su poder, la Fundaterror, el resto de golpistas trasnochados y el par de millonetas que aún les apoyan quedarán expuestos como los payasos, sicarios y fanáticos fascistas que realmente son.