¿Se ha encontrado con personas que renieguen de las habilidades de sus hijos y nietos con las computadoras y de su manejo de herramientas como las redes sociales?
¿Creen que esas personitas son conscientes de su superioridad frente a los adultos de la casa?
Acerquemos más el dedo a la llama: ¿Sabe qué ven y escuchan sus pequeños en celulares, tabletas y computadoras? ¿Sabe cómo regular y hacer seguimiento al tiempo que pasan en el ciberespacio?
Sus respuestas le dejan en posición de emitir un autodiagnóstico de su papel rector y orientador sobre los peligros que acechan a los menores de edad en la Internet.
¿Creen que esas personitas son conscientes de su superioridad frente a los adultos de la casa?
Acerquemos más el dedo a la llama: ¿Sabe qué ven y escuchan sus pequeños en celulares, tabletas y computadoras? ¿Sabe cómo regular y hacer seguimiento al tiempo que pasan en el ciberespacio?
Sus respuestas le dejan en posición de emitir un autodiagnóstico de su papel rector y orientador sobre los peligros que acechan a los menores de edad en la Internet.
La red está llena de peligros y de depredadores para las nuevas generaciones, y no por decidir ignorarlo van a desaparecer. Tan solo en la inocente plataforma de TikTok, según reportes de la empresa, se retiró durante el primer trimestre de 2022 la asombrosa cantidad de 102 millones de videos con contenido sexual reprochable. No imaginábamos tanto.
Según el sitio de noticias Bloomberg.com, la plataforma Discord, utilizada por niños y adolescentes alrededor del mundo (algo del tipo de Whatsapp y Telegram) ha sido demandada por un caso de explotación sexual de una niña. Las comunicaciones encriptadas punto a punto (confidencialidad entre el aparato emisor y el receptor) dan confidencialidad en los mensajes, pero también protegen a los depredadores y criminales cibernéticos. Estos no son necesariamente personajes llegados de las sombras. Son, mayoritariamente, personas cercanas a las víctimas. Recientemente, una dulce maestra de 23 años fue acusada en los Estados Unidos de agredir sexualmente a sus alumnos de quinto año de primaria. ¡Se enfrenta a diecinueve cargos de abuso sexual infantil! Como agravante, publicó sus abusos en TikTok.
Como no tenemos academias para padres y mentores, podemos olvidarnos de superar en conocimientos informáticos a la joven generación. Pero la batalla no está perdida y sí hay cosas que podemos hacer. Se las digo luego de la siguiente historia:
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Un maestro muy activo (profesor, entrenador, promotor de actividades extra aula) del estado de Rhode Island acaba de ser detenido por acoso sexual a las niñas de séptimo grado. La escuela es mixta y los niños notaron que «el profe» era particularmente cariñoso con las niñas, mientras que con ellos era hasta rudo. Los adultos no les hicieron caso, pero ellos sentían que algo malo estaba en proceso. Utilizando la plataforma Discord (la misma que ha sido acusada por haber permitido el abuso de una niña) crearon una sala de chat solo para ellos. En ella reportaban y documentaban los comportamientos que, según ellos, eran impropios.
Con mucha inteligencia y sobre todo valentía, anotaron en su chat cada acción del maestro. Para no despertarle sospechas, le seguían la corriente y hasta fingían risa ante los abusos disfrazados, se reían hasta de cuando el profesor hacía burlas groseras a los niños de la clase. Llegado el momento, entregaron copia de todo lo que habían anotado con precisión: día, hora y descripción de lo que les parecía abuso.
Esta historia es extraordinaria porque se trató de una operación ideada y ejecutada por niños con buen manejo de la tecnología. Realizaron una investigación criminal.
Esto puede aprenderse de lo descrito:
Los adultos fallaron a los niños porque no escucharon lo que tenían que decir sobre los abusos, sea porque los niños no sentían la confianza para contarles o porque les contaron y ellos no le dieron importancia. Aprenda a escuchar a sus pequeños, busque señales de que algo no anda bien, hágales sentir que su papel es ayudarlos, no entrometerse en sus asuntos.
Las redes son neutras en cuanto a hacer bien o mal. Quienes las usamos somos responsables de aprovechar sus ventajas y remediar sus peligros. Explique a la nueva generación que debe aprender a protegerse, a desechar cualquier acción que cruce las fronteras (hablar de desnudez, solicitar imágenes, recibir material explícito, tocar su cuerpo de manera indebida, recibir amenazas para no contar cosas que les hicieron sentir incomodidad). Enséñeles a identificar y a reportar el peligro.
Dada la virtualidad de la educación actual, no dude en exigir a los centros educativos que pongan en práctica medidas de protección y de detección de abusos. Pero no olvide: la responsabilidad primaria es suya.
Espero que le sirva este video:
Byron Ponce Segura
Autor
Byron Ponce Segura
/ Autor
Ciudadano del mundo con nacionalidad guatemalteca e identidad latinoamericana. Cambia un asiento VIP por una buena compañía en la fila de atrás. Piensa que quien se cree amigo de todos no tiene ni un solo amigo y que la revolución es un acto perenne de empatía.
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Byron Ponce Segura
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