El A5 es un galimatías legal desde el título (Trato nacional) hasta el contenido. ¿Qué quiere decir realmente? El verdadero contenido está oculto. A menos que un abogado lo aclare (puede hacerse en el espacio para comentarios del muro Facebook de PzP) parece significar que cualquier asunto legal debe resolverse de acuerdo con el [inexistente] marco legal guatemalteco en la materia. Esto incluye la renuncia a llevar cualquier asunto a una corte o instancia internacional. ¡Vaya jugada! A entramparse en un país que ni tiene ni quiere tener el andamiaje legal e institucional necesario para manejar con propiedad estos temas.
La Iniciativa no define las técnicas de fitomejoramiento en uso, no obliga a declarar la técnica utilizada para generar una nueva variedad y tampoco obliga a declarar el propósito de la intervención genotípica. ¿Puede desarrollarse un cultivar como arma biológica (ejemplo: usar ciertos pólenes genéticamente diseñados para esterilizar campos de cultivo)? Ahí tienen al menos una razón para declarar qué se busca en una nueva variedad.
El A7 cierra los criterios científicos para la concesión de propiedad de un obtentor a solo cuatro. Cierto es que estos son reconocidos internacionalmente, pero la condición de centro de origen de muchas especies vivas exige menos laxitud en Guatemala. ¿Dónde, si no en este artículo, se debe establecer que todo desarrollo debe ser en beneficio de la seguridad alimentaria, la salud, el medio ambiente, la mitigación de los efectos del cambio climático y otros criterios de bienestar y progreso?
Uno de los únicos cuatro criterios para el otorgamiento de derechos de propiedad sobre una nueva variedad se llama distinción, o la cualidad de ser demostradamente distinta, diferente de cualquier otra. Pues bien, la genial Iniciativa (genial para las empresas de semillas que la redactaron) es que tal distinción se obtiene ¡simplemente con presentar la solicitud de inscripción!
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Otra trampa que nos agarra de babosos y se burla hasta de la propia ciencia está en el A11 (sobre el cuarto criterio básico: la estabilidad). Los fitomejoradores conocen la cantidad de generaciones sucesivas que se necesitan para que la expresión genética sea considerada estable, pero la Iniciativa lo deja todo en el aire. Ni siquiera dice que esto se establecerá en el debido reglamento de la ley (donde los científicos tienen mayor participación). Esto no es ignorancia de parte de quienes redactaron la ley (que no fueron diputados guatemaltecos) sino perfidia de quienes sí conocen el gran valor de los recursos fitogenéticos de Mesoamérica, región natural de la que Guatemala hace parte.
El A12 tiene un problema semántico que fortalece la idea que la Iniciativa fue escrita en inglés y no se pudo pagar un traductor técnico. El tercer párrafo confunde los verbos transmitir y transferir. Un derecho de propiedad no se «transmite o modifica», señores diputados. Se transfiere o modifica. Ahí queda otro bache semántico que complica la interpretación de la pretendida norma jurídica.
El A13, sobre co-obtentores (coobtentores, según las normas del español, señores traductores) es la gran oportunidad para que Guatemala y los guardianes del germoplasma reciban beneficios por el desarrollo de nuevas variedades. En la lógica capitalista eso es obligado, pero en la lógica de expropiación de recursos resulta pecado imperdonable. Este artículo debe ser reescrito por respeto a la soberanía nacional y de pasada aprovechar para cumplir con las obligaciones contraídas por el gobierno de Guatemala en el Protocolo de Nagoya.
El A15 contiene otro problema de traducción, de ignorancia de jurisdicciones legales, o de ambas cosas, al citar el juicio oral para dirimir conflictos de propiedad de una obtención. ¡Qué vergüenza, Comisión de Agricultura del Congreso!
El A20:P2 dice que las solicitudes de inscripción deben ser publicadas en las «plataformas electrónicas de que disponga» el Registro de Obtentores. Me parece otra chapuza porque puede ser cualquier plataforma y eso no ofrece transparencia. Debe ser el Diario de Centroamérica.
Resistan, mis valientes. Solo nos faltan dos citas.
Espero que a la fecha de publicación de esto la minoría golpista no haya recurrido aun a lo único que le viene quedando luego de que todo intento por crear una narrativa de fraude electoral ha fracasado: la violencia. Guatemala quiere la paz, pero no a costo de lo que con valentía y resolución expresó en las urnas.
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