Aunque son cosas del universo Marvel, una dimensión imaginaria que despierta emociones reales, en nuestra soberana patria también tenemos similares representaciones del juego entre el bien y el mal.
Sobre política escribo poco, alternado con temas de interés para un público amplio. O eso espero. Sin embargo, considero a la columna de hoy una obligación ciudadana. Parodiando al universo Marvel, los niños y niñas de mi terruño están sufriendo en manos de un súper villano que también lidera su versión de Alianza del Mal y cuyo reciente informe de segundo año de gobierno me hizo explotar como semilla de güicoy en comal caliente.
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Un informe preparado y rendido con muy mala intención (la de encubrir la realidad). No puede ser que un estadista esconda de una manera tan evidente que en su mano de póquer solo hay cartas bajas. Leo el suplemento Logros 2021 publicado en el Diario de Centroamérica el lunes 17 de enero y me parece muy villano ver que todo son números que no cuantifican ni dan la medida de nada. Son silvestres, aves asustadizas.
Me explico con un ejemplo: reporta el informe que 1,598,295 (un millón y medio) de niños y neonatos fueron atendidos en previsión de morbilidad y mortalidad infantil. Conociendo un poco el sistema, posiblemente se trate del número registrado de consultas en servicios de salud. El número de consultas no es lo mismo que el número de pacientes (y posiblemente un niño enfermo visitará un servicio de salud más veces que uno sano).
He ahí los villanos escondidos detrás del número silvestre: la primera se llama Mujer Bruma, pues no sabemos si se trata de consultas o pacientes. Tampoco desagrega por sexo y edad, para permitirnos inferir si hay diferencia en el acceso.
El segundo se llama Mutante Adimensional, pues no hay comparación que nos permita dimensionar la cifra; ¿se trata de una cantidad mayor a la del último año sin pandemia? El tercer villano no puede reflejar su imagen en los espejos, pues lo ejecutado no se puede contrastar con las metas del plan de gobierno para 2021.
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En seguida aparece Hombre Superdespiste, pues se deja sin materia a los analistas al no convertir las cifras en indicadores que permitan construir tendencias para calcular proyecciones y hacer otros análisis. Androide Maldisimulo evita que los números puedan ser comparados con los compromisos internacionales en materia de Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) y sus metas. Difícil tarea tuvieron quienes buscaban ponerle un verdadero o falso a lo presentado. Lo mismo puede decirse de la gran mayoría de cifras presentadas.
A propósito de los ODS, es bastante comentado que el presidente ordenó que no se presentara el informe de retroceso en los Indicadores de Desarrollo Humano 2021 porque no decía lo que él quería. Por su parte, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) embodegó los informes impresos y fue complaciente hasta con el despido de la persona responsable del informe anual.
Pero la villanada más grande es la traición a las promesas de campaña, que hablaban de desaparecer instituciones que se comían lo que era de los pobres y de la infancia desnutrida; de entregarlo todo para combatir la desnutrición infantil y la mortalidad por hambre. Este villano es enemigo de las niñas y niños de este país y su poder crece al succionarles el futuro. En vez de bolas o rayos de cualquier cosa, lanza mentiras. Mintió a los niños, a los jóvenes, a la vicepresidenta Harris, a los exsoldados, a las víctimas de Eta y Iota, a los periodistas internacionales, a los pueblos originarios, a la comunidad internacional, a los trabajadores de salud de primera línea contra la COVID-19… Y seguirá mintiendo a quien le ponga oídos, con tal de consolidarse como el líder de la alianza a lo En Sabah Nur.
Continuará...
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