La lectura recreativa, especialmente en la infancia, es una herramienta que crea conocimiento de manera amena, genera independencia de aprendizaje, es divertida, modela experiencias de vida y mejora lenguaje, pensamientos y comunicación.
Tengo la enorme satisfacción de ser directora de un exitoso programa comunitario de lectura que ha tenido gran incidencia —100 % comprobable— en el desarrollo intelectual y personal de niños y niñas de comunidades rurales. Como en todo el país, algunas comunidades de mi pueblo son menos afortunadas por encontrarse estructural y estratégicamente relegadas por el sistema. La lectura nos trajo como resultado cientos de pequeños lectores que, además de llevar a cabo tareas de grandes, devoran libros todo el tiempo —entre 25 y 80 libros anuales cada uno— y están dispuestos a sostener una conversación de razonamiento lógico con un adulto. Esta práctica permanente ha conseguido que los niños, independientemente de las condiciones en las que les haya tocado nacer, puedan desarrollar y fortalecer grandes capacidades. Un ejemplo es Marieliza, quien a sus nueve años se convirtió el año pasado en la oradora más joven de Centroamérica que participó en las charlas TEDx de la Universidad Francisco Marroquín.
El programa de lectura con estimulación del razonamiento crítico se desarrolla gracias a la participación, primero, de los pequeños lectores, pero también de centenas de amigos del proyecto, quienes aportan obras literarias para garantizar el acceso de los niños a la lectura de calidad. Algunos amigos los atienden y otros aportan económicamente para cubrir el viaje anual de los pequeños lectores a la ciudad. Dicho viaje premia a los participantes por su buen trabajo y perseverancia y a la vez intenta que amplíen su percepción del mundo y no crean que este se limita a las cuatro calles y a las cercas que conocen. El viaje empieza con la visita a la feria internacional del libro en la ciudad. Posteriormente se integran actividades lúdicas y recreativas como visitar una estación de bomberos, el teatro, museos, parques infantiles, etc.
Mediante mi asistencia a foros, conferencias y talleres he tenido la suerte de descubrir que la labor de promover lectura de calidad en comunidades rurales no es un invento exclusivo. He conocido e intercambiado experiencias con otras grandes iniciativas que logran resultados increíbles en diferentes comunidades de todo el país. Decidimos compartir oportunidades y fue así como, a partir de 2016, al viaje de los pequeños lectores de Purulhá se incorporaron niños ganadores de otros departamentos. Este año el viaje incluyó proyectos como la Biblioteca Paco Piñas de San Martín Jilotepeque, Chimaltenango; Biblioteca y Centro Cultural Chancol en Huehuetenango; el Proyecto Luis de Lión en San Juan del Obispo, Sacatepéquez; la Fundación Nueva Esperanza de Rabinal, Baja Verapaz, y Yo’o Guatemala y la Biblioteca Bernardo Lemus en Purulhá, Baja Verapaz.
[frasepzp1]
En conjunto, pretendemos instituir una plataforma clara, bases justas y el monitoreo de la participación mensual (cantidad de páginas leídas, temática, frecuencia, constancia) de cada niña y niño dentro de los distintos proyectos. Con esto se pretende que cada iniciativa pueda acceder a un porcentaje de boletos justamente repartido: los lectores ganadores de cada localidad tendrían una participación directamente proporcional al número total de lectores inscritos.
La propuesta de estrategia tiene como fin fortalecer el hábito de la lectura como un derecho de acceso a educación integral de calidad, especialmente ante la ausencia de políticas de educación más sólidas. Tenemos grandes retos en las comunidades rurales, y la lectura nos abre nuevas dimensiones con otras realidades y posibilidades.
Esta idea —que empieza como un sueño insólito— de instituir un programa de lectura infantil en toda la república como un proceso permanente, estable y dinámico está encaminada a incluir a estudiantes, a docentes y a las comunidades rurales que deseen participar y llenen las exigencias de calidad que estamos evaluando. Inicialmente no se contempla la participación de organismos estatales per se, pero sí de lectores individuales, de la iniciativa privada, de editoriales, de librerías, de bibliotecas activas y de organizaciones sociales.
«Que todos se levanten. Que nadie se quede atrás» (Popol wuj).

Más de este autor