Quizá, para quitárselas de encima, hasta les echen la culpa de que su candidato o su partido político no haya alcanzado la meta deseada y así será más fácil ni siquiera decirles «gracias y adiós» sino con una mirada altiva señalarles la puerta de salida. Así son estos remedos de política en Guatemala.
Si por acaso sucedió con usted o con un amigo o un familiar cercano, por favor, no se sienta mal. Tómelo como una mala experiencia que aun siendo mala le ha dejado suficiente escarmiento para no repetir semejante traspié. Y, a pesar del desengaño y la desilusión, por lo que más quiera, no abandone la política. Guatemala necesita de personas que hayan sufrido en carne propia un desencanto de esa naturaleza para discernir mejor con vistas al futuro.
¿Cómo hacerlo? ¿Cómo replantearse una nueva participación en política? Es muy sencillo. Si usted no es de las personas que solo buscan su bienestar económico o una cuota de poder le será muy fácil siguiendo la ruta que le propongo en los siguientes párrafos.
1. Evalúe en el grupo político en formación o ya constituido cuánto hay en su filosofía en orden al bienestar de la población menos favorecida, así como la transformación que propone.
2. Percátese de las habilidades de los dirigentes. No me refiero a esa capacidad lenguaraz que tienen muchos picos de oro sino la habilidad para formular proyectos sensatos, con sentido humano y con un claro sentido de la dignidad de las personas.
3. Analice la historia de vida y los antecedentes de los líderes. Desde su desempeño personal hasta su relación con su núcleo familiar y con la sociedad a la que se deben porque una persona con el corazón partido no puede ser una persona fiel en ninguno de los tablados políticos.
4. Considere de manera cuidadosa si esos líderes están buscando el bien común y si tienen un claro concepto de justicia. Ello lo llevará a determinar cuán comprometido han sido con la búsqueda de soluciones y de consensos, o en vía contraria, si solo han sido agentes de disensos y de discordias. Recuerde, Guatemala no da para más con relación a la falta de reconciliación entre sus núcleos poblacionales.
5. Indague cuál es la postura de ellos en orden a la preservación de nuestra Casa Común que es el planeta Tierra. Hace no más de una semana viajé entre Cobán y Petén visitando el municipio de Fray Bartolomé de las Casas. Conmueve ver cómo, los monocultivos han sustituido selvas y los bosques. Encima de ello, toneladas de basura no dejan de estar a ojos vistas en todo el trayecto. Los plásticos y el nylon —junto al agostamiento de la tierra que provocan las plantaciones de monocultivos— se están tragando los paisajes y la vida.
Como habrá notado ya estimado lector. Estos cinco escenarios, para ser bien gestionados o bien gerenciados, presuponen coherencia y testimonio de vida, capacidad estratégica y de ejecución, preparación académica y experiencia y, sobre todo, autonomía. Es decir, no estar plegados a los poderes fácticos. La libertad es una condición insustituible y no negociable.
No está demás que, antes de emprender otra actividad política, examinemos y estudiemos nuestro propio proceder. Evitaremos así ver la paja en el ojo ajeno solamente. A estas horas ya habrá una tendencia en los resultados de las elecciones generales 2023 y revertirla no será posible, pero sí será factible recomenzar —con mucha esperanza— una ardua labor que nos permita recuperar la confianza en los seres humanos.
A manera de conclusión le recuerdo dos axiomas (proposiciones que no necesitan demostración): uno, la dignidad no es vendible. Dos, con el mal no se dialoga.
Hasta la próxima semana si Dios nos lo permite.
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