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Entre el elote y el hambre: la alegría efímera y la deuda eterna

Imaginen por un momento la utopía posible: los paperos de Tejutla, San Marcos, vendiendo su producto directamente en la capital, sin la cadena de coyotes que se queda con la ganancia. Imaginen manzanas, carnes y mariscos llegando del productor al consumidor a precios justos. Eso no es magia, es política pública.
Tipo de Nota: 
Opinión

Entre el elote y el hambre: la alegría efímera y la deuda eterna

28 de Noviembre de 2025
Palabras clave

Hay un olor inconfundible en el aire estos días. En el occidente, oriente y centro de Guatemala, las cocinas huelen a elote cocido, a frijol nuevo, a ayote y güisquil en sus diversas preparaciones. Es la época de cosecha, ese breve suspiro anual donde la angustia da tregua y la «barriga llena»  permite, por fin, un «corazón contento».

Este año, la alegría tiene un matiz distinto, casi de rebeldía. Algunos agricultores, con esa chispa que solo da la necesidad y la experiencia, le ganaron la partida al clima. Muchos, ignorando el calendario tradicional de mayo, esperaron hasta junio para sembrar. No fue suerte, fue estrategia. Consultaron el ci...

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