Quienes hemos trabajado en centros o sistemas de urgencias médicas sabemos que: «Los desastres son perturbaciones graves del funcionamiento de una comunidad que exceden su capacidad para hacer frente con sus propios recursos. Los desastres pueden ser causados por peligros naturales, generados por el hombre y tecnológicos, así como por diversos factores que influyen en la exposición y vulnerabilidad de una comunidad».[1] Y justamente, una perturbación de esa naturaleza sucedió por accidente en la fecha y lugar indicados en la entradilla de este texto.
Debemos tener claridad en cuanto que, un evento que para una pequeña comunidad pueda significar un desastre, para otra mucho más grande y con más recursos de atención hospitalaria, pueda representar (ese mismo incidente), no más allá de una contingencia de fácil resolución. Sin embargo, los hechos sucedidos en Santa María Cahabón habrían puesto en aprietos a cualquier cabecera departamental o a cualquier capital de Centroamérica. La información oficial, de medios de comunicación y las estadísticas publicadas así lo demuestran.
Los hechos y su atención por el personal de salud:
1. El día 3 de diciembre de 2024 hubo una explosión de juegos pirotécnicos en el atrio de la Iglesia Parroquial de Santa María Cahabón. Fue de tal magnitud que destruyó las puertas principales del templo. Valga decir que eran de madera gruesa, muy bien empalmada, al mejor estilo del siglo XVI.
2. Según el Reporte de actividades de Salud Pública por eventos adversos en periodos de asueto del Sistema de Información Gerencial en Salud –SIGSA– hubo 48 heridos de género masculino y 18 de género femenino entre adultos y niños. Todos se atendieron en el Centro de Atención Permanente –CAP– de Cahabón y previa aplicación del sistema de Triage se refirieron 31 personas al Hospital Regional de Cobán a través del Sistema Integrado de Urgencias Médicas de Alta y Baja Verapaz.
3. Luego de su atención en el Hospital Regional de Cobán y bajo el discernimiento de un nuevo Triage (que dicho sea, durante un evento de esta naturaleza debe estar en constante repetición), dos pacientes fueron referidos a la ciudad capital con Criterio de vidas salvadas. El motivo de la referencia fue para recibir tratamientos muy especializados.
4. Todos los pacientes egresaron de los centros atendidos con Criterio de vidas salvadas en el tiempo oportuno.
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Muchos se estarán preguntando qué es un sistema de Triage. Les comparto entonces una definición. Según los expertos: «El Triage hospitalario, es una parte fundamental de la gestión clínica en emergencia cuando la demanda excede la disponibilidad de recursos humanos y técnicos. El Triage de emergencia es un sistema que ofrece un método para asignar prioridad clínica en situaciones de emergencia. No está diseñado para juzgar si los pacientes están adecuadamente diagnosticados en el marco de la emergencia, sino para asegurarse de que aquellos que necesitan atención urgente la reciban adecuada y oportunamente».[2]
Como habrá colegido el lector, la aplicación del sistema de Triage debe ser realizado por personas muy versadas en tales procedimientos.
Como médico que fui de emergencias hospitalarias, reconozco y felicito la asertividad y rapidez con que se manejó la emergencia por parte del Sistema Integrado de Urgencias Médicas de Alta y Baja Verapaz, el Centro de Atención Permanente (CAP) de Santa María Cahabón, los cuerpos de socorro que se coordinaron para atenderla, el Hospital Regional de Cobán y el Hospital Roosevelt, a donde se remitieron los pacientes que lo ameritaron según el sistema de Triage, el cual, reitero, fue manejado a la perfección.
También es de reconocer a las autoridades edilicias y gubernamentales quienes, sin aspavientos, se dispusieron para ayudar al personal de salud incondicionalmente. Aparte de que es su «deber ser» (concepto ético), soslayaron prácticas atávicas de aprovechamiento mediático.
Debe agradecerse también a todas las personas de buena voluntad que acudieron para preguntar cómo podían ayudar. Es lo que se precisaba en tal situación. A veces, en nuestro afán de colaborar, se sobreabunda en insumos que no son necesarios. Y en casos extremos se interviene sin ninguna pericia. Ello nos ha llevado –a los profesionales de las ciencias de la salud– a formular un principio que reza: «En un estado de desastre mucho hace el que poco estorba». Así, para no estorbar y ser verdaderamente útiles, lo pertinente es preguntar: «Cómo puedo ser útil». Justamente así se hizo en Santa María Cahabón. Felicitaciones a sus pobladores y aquellos de lugares aledaños.
El evento, de acuerdo al Reporte de actividades de Salud Pública por eventos adversos en periodos de asueto del Sistema de Información Gerencial en Salud –SIGSA–, duró desde el 3/12/2024 hasta el 4/12/2024. El resultado, producto del excelente manejo de la emergencia fue: Cero fallecidos.
¡Un fuerte y fraternal abrazo!
[1] https://www.ifrc.org/es/nuestro-trabajo/desastres-clima-y-crisis/que-es-...
[2] chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://inicib.urp.edu.pe/cgi/viewcontent.cgi?article=1092&context=rfmh#....
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