Ir

(No tan) rápidos y (muy) furiosos

No necesitamos un monorriel sino a Toretto en la administración municipal para ejercer el tráfico como familia.
Tipo de Nota: 
Opinión

(No tan) rápidos y (muy) furiosos

28 de Octubre de 2025
Palabras clave

 Dice un amigo que no hay infierno. Que solo existe una cola eterna para entrar y que eso es ya, en sí, el castigo por una vida de pecado. Una tortura, algo así como esa vez en que casi pierdo la batalla contra las ganas de orinar haciendo fila para entrar a ver Fast and Furious 22. Y, si bien la situación era ya algo surrealista —porque yo nunca me arriesgaría a no entender la trama al no haber visto las veintiún anteriores—, lo más increíble era el nivel de caos coreografeado de las personas enfilantes, capaces de formar un tumulto digno de retar a cualquier TOC y aun así lograr avanzar en colectivo. 

Y es que hay que reconocer que existen formas contemporáneas de hacer colas amorfas aparte del tumulto avanzante latinoamericano. Está la fila conceptual cubana: cuando llegan, preguntan — ¿Quién es el último?—, y luego se van a dar una vuelta sabiendo detrás de quién van. O la manera duchampesca de dejar la cha...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor