Estos son los versos de una de las canciones que interpreta el coro feminista SinDecoro, que el próximo 18 de noviembre cumple ocho años. Y sí, casi siempre cantan con alegría, otras con rabia y también pueden expresar una profunda consternación ante la realidad nacional y mundial. Eso sí, en cada una de las letras elegidas para su repertorio, se siente y se expresa el deseo de lucha, de resistencia, de no permanecer calladas ante un sistema que no está acostumbrado a la voz alta de las mujeres.
SinDecoro celebra un aniversario más de recibir, de manera entrañable, a mujeres que tienen la inquietud o gustan de cantar y quieren expresarse desde el arte feminista.
¿Qué caracteriza a esta banda coral? La unión, la sororidad, la creatividad, actitudes democráticas que permiten la participación y propuestas de todas. Aquí no caben las jerarquías ni la verticalidad. Todas vibran juntas, se acompañan y se sostienen unas a otras, no solo para cantar; también en situaciones o dificultades que pueda padecer alguna de las compañeras del coro.
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La experiencia en canto no es un requisito para formar parte, porque una vez adentro la maestra Herbyn Galicia guía con mucha paciencia y ternura a las integrantes para que afinen sus voces y sus presentaciones sean cada vez más profesionales. Lo importante es tener el deseo de alzar la voz y rebelarse contra lo establecido. Eso son las cantoras SinDecoro: insurrectas, contestatarias y, a la vez, tiernas y amorosas.
Cada martes de ensayo se convierte en un espacio seguro, festivo, parecido a un refugio luego de las extenuantes jornadas laborales. Cantar con SinDecoro se vuelve una experiencia catártica y sanadora.
¿Y por qué el nombre? Según algunas de sus integrantes SinDecoro se asocia con la libertad de expresión y creación, romper moldes y estereotipos, salir de la burbuja de un arte elitista que no mueve conciencias.
Sus participaciones no son un «adorno coral o accesorio» en eventos. La agrupación elige presentarse en actividades que se relacionen con la defensa de los derechos humanos y la democracia, la justicia social y la denuncia. De esta manera ocupan un lugar en la escena artística guatemalteca desde el artivismo con la voz fuerte y presente de las mujeres que lo conforman.
¿Cómo surgió la idea de esta «cora»? Su formación fue orgánica desde las redes sociales, según recuerda María Dolores Marroquín, una de las fundadoras. Ahí se planteó la idea de formar un coro feminista. Muchas estuvieron interesadas y así inició esta aventura del canto coral desde una mirada diferente; desde la certeza de que otro mundo para las mujeres es posible.
Algunas permanecen desde sus inicios y otras han llegado con el paso de los años. Varias manifestaron su deseo de entrar al grupo cuando vieron sus presentaciones en los 8M (conmemoraciones por el Día Internacional de la Mujer), los 25N (conmemoración por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres), y actividades relacionadas con el caso Hogar Seguro (en el que 56 niñas fueron quemadas dentro de las instalaciones del Hogar Virgen de la Asunción en 2017); entre otros.
Hay quienes comentan que llegaron con temor por no saber cantar, este sentimiento ha ido cambiando debido a la seguridad que transmiten las compañeras a las nuevas participantes y a la formación brindada por la directora en cada ensayo.
A sus presentaciones llegan vestidas de negro, caminando con seguridad, que no les distraiga lo serio de ese color; por dentro están llenas de alegría, amor, ternura y rabia (cuando la canción lo amerita). Y como dicen los versos de Cantamos con alegría nombran y hacen visibles a las mujeres. Sus voces resuenan en cada evento transmitiendo mensajes poderosos para animar a otras, para dejar evidencia de que el canto coral puede ser feminista.
¡Felicidades, mujeres SinDecoro! ¡Que vengan muchos años más de rabia y alegría cantada desde sus voces maravillosas!
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