Un galón naranja es todo lo que necesitan estos vendedores para anunciar los puestos de venta de gasolina "pirata". Se ubican en una caseta, en un rancho o incluso en el baúl de un carro que sirve como gasolinera y lugar de resguardo del producto. Quienes desean más clientes salen a la orilla de la carretera y ondean, como si fuera un banderín, una botella doble litro de plástico. Está cortada por la parte de abajo, adaptada a un tubo que tiene un pedazo de tela que sirve como filtro y que u...
Un galón naranja es todo lo que necesitan estos vendedores para anunciar los puestos de venta de gasolina "pirata". Se ubican en una caseta, en un rancho o incluso en el baúl de un carro que sirve como gasolinera y lugar de resguardo del producto. Quienes desean más clientes salen a la orilla de la carretera y ondean, como si fuera un banderín, una botella doble litro de plástico. Está cortada por la parte de abajo, adaptada a un tubo que tiene un pedazo de tela que sirve como filtro y que usan como dispensador.
La gasolina proviene de territorio mexicano y entra como contrabando. Los galones marcados con un "25" son cada vez más frecuentes en el país, y aunque recientemente han aparecido algunos galones escritos con un "26", el negocio no ha sufrido pérdidas y sigue siendo rentable. Los precios suben, y en el mercado pirata también hay incrementos.