El 12 de octubre 2022, en homenaje al día de la resistencia indígena, mis colegas Yulia Chuvileva, Sophía Dávila y yo publicamos un informe que, entre otras, resalta la herencia de los saberes de los pueblos indígenas en la crianza de la gallina criolla. Aquí resumo una parte de la argumentación que escribimos en el estudio titulado, Vendiendo productos industriales de «gallina criolla» en Guatemala. El proyecto financiado por el Fondo Tiny Beam, se encuentra en la pagina web www.noescriolla.org.
América y las gallinas criollas
Según fuentes de la investigación precitada, las gallinas fueron domesticadas por primera vez en el sudeste asiático hace unos 5,400 años y de pronto traídas a América por el comercio de marinos polinesios entre 700 y 1390.[i] No obstante, otras fuentes sugieren que la gallina llegó a este continente en el año 1493 durante la invasión europea.[ii]Las gallinas, animales pequeños, encajaron perfectamente con las formas locales de producción de alimentos de los pueblos originarios en Mesoamérica, al contrario de los cerdos y vacas que arruinaban la milpa.[iii]
Con el tiempo, la gallina sustituyó entonces al pavo autóctono, como ave preferida de los hogares y así a lo largo de los siglos, se desarrollaron los saberes indígenas científicos sobre la crianza de la gallina en Mesomérica, llamada entonces «gallina criolla».[iv]
En resumidas cuentas, Guatemala ha tenido entonces entre 529 y 1,322 años de herencia de saberes sobre de gallina criolla.[v]
Guatemala, país megadiverso, también en aves de patio
Actualmente, la comunidad científica especializada en aves, no se refiere a «razas» respecto de la gallina criolla, por la tremenda diversidad de aves que existe, como lo enfatizaba el profesor Pere-Miquel Paŕes. En su lugar, disciernan las aves por biotipos.[vi] Cabe destacar que son mujeres las que mantienen la crianza de las gallinas criollas en los hogares, como alimento.[vii]
Estas aves pequeñas son en realidad, parte de un verdadero sistema agroecológico equilibrado (¡el traspatio!) que la etnoveterinaria especialista Anna Isern, así como este profesor, definieron como «etnocenosis».[viii] Este ecosistema-traspatio está compuesto generalmente por animales y plantas de diferentes especies.[ix]
Vean aquí desde ya, como esta ave pequeña no tiene nada en absoluto que ver con el pollo de engorde de la industria avícola del país.
En cuanto a su función, las gallinas criollas ayudan a mantener sanos a otros habitantes del sistema agroecológico porque comen gusanos, moscas, y otros insectos transmisores de enfermedades.[x] También mejoran la producción de los cultivos fertilizando el suelo gracias al nitrógeno de la gallinaza (desechos fecales que los campesinos procesan).
Lo hermoso de estas gallinas es que, justamente por ser tan diversas, son valoradas individualmente por los hogares campesinos. Estos no restringen las gallinas únicamente por su capacidad de producir carne y huevos. Unas serán valoradas por ser buenas madres, otras por buenas buscadoras de alimentos y otras por ser excepcionales ponedora de huevos, por ejemplo.[xi] Gracias a esta esta biodiversidad son más sanas y resistentes. Si se enferma un animal, no se enferman todos, como suele pasar con los pollos industriales hacinados y todos iguales.[xii] Se debe a que las mujeres campesinas las intercambian o venden vivas en mercados diferentes y de tal manera han evitado la endogamia también.[xiii]
En cuanto a su cuido, las campesinas utilizan plantas autóctonas, como el apazote o el ajo, por ejemplo. Estos saberes indígenas son de valorar: se sabe, por ejemplo, que se han utilizado durante siglos casi 400 plantas medicinales nativas de 95 familias para tratar las molestias gastrointestinales. Y como lo citamos en el informe, «un estudio descubrió que el 41% de 84 de las plantas más comunes inhibían una o más cepas de E. coli, Salmonella, y Shigella[xiv]».
Una mujer campesina le da un ajo a una gallina criolla para elevar sus defensas. Fotografía: Ronnie Palacios
Concluimos en Vendiendo Productos Industriales de «Gallina Criolla» en Guatemala que esta ave, a través de su participación en el ecosistema traspatio, «contribuye a la biodiversidad de Guatemala y a la seguridad alimentaria de las familias, especialmente de las poblaciones rurales e indígenas del país»[xv] [xvi].
Los saberes indígenas en cuanto a plantas medicinales, semillas nativas o también animales como las aves de traspatio, son una riqueza biocultural que nos toca respetar y valorar. Así como lo expuse en mi anterior columna sobre semillas nativas: es con agrobiodiversidad, entre otras, que se logrará seguridad alimentaria en este país.
Lo que usted pone en su plato es un acto político. Consumamos más gallina criolla que pollo industrial, démonos cuenta de la riqueza biocultural de estos territorios y valoremos la riqueza de la megadiversidad de esta tierra tierrita.
https://www.noescriolla.org/
[i] Storey, A. A. & Matisoo-Smith, E. A. (2014). No evidence against Polynesian dispersal of chickens to pre- Columbian South America. Proceedings of the National Academy of Sciences, (35) E3583.
[ii] Storey, A. A., Quiroz, D., Beavan, N. & Matisoo-Smith, E. A. (2011). Pre-Columbian chickens of the Americas: a critical review of the hypotheses and evidence for their origins. Papa Nui Journal, 25(2) 5-19. https://islandheritage.org/wp-content/uploads/2011/06/ RNJ_25_2_Storey_Etal.pdf
[iii] Díaz del Castillo, B. (2005). Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España. Porrúa.
[iv] Kockelman, P. (2011). A Mayan ontology of poultry: Selfhood, affect, animals, and ethnography. Language in Society, 40(4) 427- 454
[v] Chuvileva, Y., Dávila, S., Hauri, E. (2022). Vendiendo productos industriales de “gallina criolla” en Guatemala. www.noescriolla.org
[vi] Angarita, A. & Castrillón, F. (2020). Producción agroecológica de gallinas criollas. Corporación Universitaria Minuto de Dios. Bogotá D.C., Colombia. https://repository.uniminuto.edu/ handle/10656/108
[viii Isern, A., Parés, P. M. (2017). Memoria de la presentación de las primeras conclusiones del estudio de investigación “Traspatio 2” en el Occidente de Guatemala. Reporte no publicado.
[xi] Isern & Parés. (2017).
Hotúa-López, L., Cerón-Muñoz, M., Zaragoza-Martínez, M. & Zaragoza-Martínez, J. (2021). Backyard poultry: contributions and opportunities for the peasant family, Agronomía Mesoamericana, 32(3) 1019- 1033. https://doi.org/10.15517/am.v32i3.42903
scientifica/2016/2604685/
Padhi, M. K. (2016). Importance of Indigenous Breeds of Chicken for Rural Economy and their Improvements
for Higher Production Performance. Scientifica. www.hindawi.com/journals/scientifica/2016/2604685/
[xii] Mpenda, F. N., Schilling, M. A., Campbell, Z., Mngumi, E. B. & Buza, J. (2019). The genetic diversity of local African chickens: A potential for selection of chickens resistant to viral infections. Journal of Applied Poultry Research, 28 1-12. https://doi. org/10.3382/japr/pfy063
[xiii] Mallia, J. G. (1999). Observations on family poultry units in parts of Central America and sustainable development opportunities. Livestock Research for Rural Development, 11(3). https://lrrd. cipav.org.co/lrrd11/3/mal113.htm
[xiv] Caceres, A., Cano, O., Samayoa, B. & Aguilar, L. (1990). Plants Used in Guatemala for the Treatment of Gastrointestinal Disorders. Screening of 84 Plants against Enterobacteria. Journal of Ethnopharmacology, 30(1) 5573. https://doi.org/10.1016/0378-8741(90)90017-N
[xv] NE (2005). Actividades Agropecuarias de Traspatio: Tomo V. IV Censo Nacional Agropecuario. Guatemala: Instituto Nacional de Estadística de Guatemala. https://www.ine.gob.gt/sistema/ uploads/2014/01/16/08ukgdXvK57c7E7MbAeZ4e4YiFbBeBSl.pdf
[xvi] NE (2005). Actividades Agropecuarias de Traspatio: Tomo V. IV Censo Nacional Agropecuario. Guatemala: Instituto Nacional de Estadística de Guatemala. https://www.ine.gob.gt/sistema/ uploads/2014/01/16/08ukgdXvK57c7E7MbAeZ4e4YiFbBeBSl.pdf
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