Desde aquella fecha hasta hoy (lapso 2011-2024), son 600 los artículos que Plaza Pública me ha permitido publicar sin censuras, ininterrumpidamente (excepción hecha de los tiempos de recesos vacacionales) y en constante diálogo con los revisores y los editores. He corregido aquello que me han sugerido y he sido escuchado cuando lo he solicitado.
Hoy, a casi doce años de haber iniciado tan feliz derrotero, quiero dedicar el artículo número 600 al Sistema Universitario Landivariano. Una concepción y una definición que solo en sus atributos recorre, desde la disponibilidad de recursos para mejor servir a Guatemala y al mundo hasta una resiliencia que permite al sistema sobreponerse a situaciones límite que, normalmente, amenazan la estabilidad del mismo. Siempre en su accionar como actor institucional al servicio del país articulando el conocimiento y los saberes con la promoción de la fe y la justicia.
Hace dos años, el 25 de enero de 2022, participamos en la presentación y lanzamiento del Plan Estratégico 2022-2030. Fue cuando entramos en intelección —por primera vez— con el concepto y definición de Sistema Universitario Landivariano. Nos percatamos entonces de la evolución que habíamos tenido como presencia desde un poco más de treinta años atrás. Porque fue el 12 de febrero de 1992 cuando se instituyó en Cobán la Sede Regional de la Verapaz, pero antes, había existido en Baja Verapaz una extensión, como sucedió en otros lugares del país. De tal manera esta evolución fue así: Extensión universitaria – Sede universitaria – Campus universitario – Sistema Universitario.
Este constructo fue y va mucho más allá de oferta de carreras, construcción de edificios y otorgamiento de títulos, porque nuestro horizonte estaba muy bien avizorado: posicionarnos no como la mejor universidad de Guatemala, sino como la mejor universidad para Guatemala. En este contexto, la Misión de la Universidad Rafael Landívar se plasmó en «establecer condiciones propicias para recrear un modelo universitario de identidad jesuita, inspirado en la espiritualidad y pedagogía ignaciana, que promueve la educación, la investigación y la proyección como medio para incidir significativamente en el mejoramiento de las vidas de las personas, incrementar el bienestar de la sociedad y cuidar la calidad del entorno donde se desarrollan, contribuyendo, de esa manera concreta, a construir y sostener el bien general»[ii]. Y la Visión, oteando no solo el 2030 sino hasta el año 2040 fue: «La Universidad Rafael Landívar se consolida progresivamente como referente universitario latinoamericano caracterizado por su excelencia humana y académica en sus funciones de educación, investigación y proyección, a partir de la combinación virtuosa e innovadora de valores, conceptos, métodos y experiencias, adecuadamente contextualizadas, que permiten potenciar talentos y capacidades profesionales y generar hallazgos innovadores, rigurosos y pertinentes con la pretensión de ayudar a transformar realidades hacia dimensiones más justas, inclusivas, plurales y sensibles a la vida en todas sus formas, contribuyendo por esa vía, a dar contenido concreto a la democracia y al bien común»[iii].
Este segmento de la Visión, en cuanto «dar contenido concreto a la democracia y al bien común», se puso de manifiesto con la postura tomada por la universidad durante los últimos comicios electorales, particularmente desde el 25 de junio 2023 al 14 de enero 2024.
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El modelo universitario que se está recreando ya tiene forma en las presencias del Sistema Universitario Landivariano. Todas, hemos considerado cuál es la vocación inspiradora de cada campus con relación a nuestra misión particular en las distintas regiones a las que nos debemos en Guatemala, y algunas, estamos trabajando en la consolidación de los Centros Integrales de Proyección. El nuestro, cuyo nombre es Centro Integral de Proyección Profesora Matilde Col Choc, oferta desde el 30 de mayo del año 2023 todos los servicios que provee el Bufete Universitario, educación en salud, formación comunitaria y, desde el 08 diciembre 2023, contamos con la Licencia Sanitaria para la clínica de atención primaria en salud, misma que ya está funcionando. En breve, tendremos la Licencia Sanitaria para ofrecer los servicios de atención psicológica. Conste, el Bufete Popular atiende a la población más desfavorecida de nuestro territorio desde hace más de veinte años, pero ahora está integrado al Sistema Universitario Landivariano y adscrito a nuestro centro de proyección social.
Es pertinente compartir que todo este trabajo se realiza en redarquía y no solo en jerarquía.
Cierro este artículo con el colofón del acápite 7.5., capítulo 7 del Plan Estratégico Institucional 2022-2030: «Sin pretensiones mesiánicas, más bien, en apego a la propia naturaleza e identidad universitaria, la pretensión mayor es cambiar, para bien, las vidas de las personas en general, de sus comunidades y de sus entornos. De eso se trata el magis, de eso se trata la utopía»[iv].
Me queda pendiente, estimado lector, explicarle con más detalle qué es el magis ignaciano y qué es nuestro más y mejor (que no solo es eso, ‘más y mejor’, sino hacer las cosas de la mejor manera posible para mayor gloria de Dios).
[ii] Plan Estratégico Institucional 2022-2030. Guatemala: Universidad Rafael Landívar. 2ª. Edición. P. 13.
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