Como toda carrera ocupacional, en esta los contenidos se dividen en varios módulos. El primero abarca las cuestiones históricas relacionadas con el café, así como el conocimiento de los utensilios y las máquinas que se utilizan para la preparación del espresso, que es la base de la mayoría de bebidas. Se estudian las regiones cafetaleras en el país y los criterios de clasificación del café en sus distintas fases, entre otros aspectos relevantes. Asimismo, se aprende cómo calibrar tanto la máquina del espresso para que este adquiera el punto exacto como el molino especial para moler los granos.
A continuación, se practica cómo preparar un capuchino, un latte y demás bebidas calientes, así como las frías derivadas del espresso y otras como el Cold Brew, por ejemplo. Si bien el arte latte es una especialidad desarrollada por quienes tienen habilidades en el dibujo, los baristas en este curso aprenden cómo realizar las figuras básicas, que son la cabeza de monje, el corazón y el tulipán. En el último módulo se estudian diversos métodos para preparar café negro, tales como el V60, la Prensa francesa, la Cafetera italiana, el Origami, elAeropress, entre otros.
En las instalaciones del Intecap existe el Café Escuela, lugar donde, a la vez que se practica lo aprendido, se venden estas bebidas a los empleados del edificio y personas que llegan de otros lugares. También se ofrecen dos acompañamientos (paninis y crepas saladas y dulces, que, por cierto, ahí aprendí a hacerlos), todo por un precio módico. Así, la institución provee el mobiliario, el equipo y los materiales, y los estudiantes son los encargados de la limpieza y desinfección de las instalaciones y el mobiliario y equipo antes y después de su uso. Esta actividad les permite aprender a través de la práctica constante.
Otro aspecto que vale la pena destacar es la amabilidad y paciencia que recibimos por parte del instructor, el chef y barista José Rodrigo Guillén. En todo momento (pese a los garrafales errores en que incurrimos ocasionalmente algunos estudiantes) se mostró comprensivo y tolerante. Siempre nos orientó de manera profesional con una sonrisa pronta y mucha cortesía.
[frasepzp1]
Al finalizar los estudios se realizó el acto de graduación que involucró a varias de las carreras que se estudian en la sede central del Intecap, incluyendo la de barista. Este acto se llevó a cabo en el auditorio, en presencia de autoridades, graduandos, familiares e invitados de los graduandos. Fue un acto solemne que, sin caer en excesos, permitió que cada uno disfrutara de ese logro.
Mientras estudié fue cambiando también mi percepción sobre distintos tópicos. Observé cómo personas de distintas edades, posición socioeconómica, género y nivel escolar cuando tenemos un objetivo en común compartimos de manera colaborativa un tiempo y espacio de trabajo y aprendizaje intensos.
Esta experiencia me mostró una realidad latente en nuestro país: los sueños de jóvenes y personas diversas que esperan construir una vida individual y colectiva mejor, que les brinde no solo un medio de subsistencia, sino también alegría y satisfacción. Vi, asimismo, cómo las jornadas de trabajo físico son agotadoras y quienes las realizan prácticamente no tienen tiempo de pensar en otra cosa más que en lo inmediato.
Ello me llevó a valorar aún más a quienes a pesar de vivir en estas y peores circunstancias a lo largo de la historia, pero, sobre todo, en los últimos dos siglos, se han organizado y han luchado por la reivindicación de sus derechos como trabajadores. Así, entre protestas y demás, han logrado reducir las horas diarias de trabajo y han mejorado las condiciones para todos los trabajadores, entre otros aspectos.
Más de este autor