Al llegar a estas tierras, la decepción de los invasores al no encontrar el oro que soñaban, ni otras riquezas materiales los hace expresarse con desprecio hacia estos territorios, informando al Rey la situación de pobreza que encontraron. En los relatos que dejaron los curas doctrineros, miraban esta realidad con cierta misericordia, alabando la humildad de los nativos cuando no ofrecían resistencia y la belleza del paisaje. El invasor «encuentra a Guatemala sin las riquezas que esperaba, desnuda de esperanzas auríferas con las que compensar su aventura, su inquietud y su renuncia…se le activa su desilusión.” [1]
Para los pueblos originarios la visión era diferente. El Popol Wuj describe los territorios así: «hermosa tierra llena de deleites, abundantes en mazorcas amarillas y mazorcas blancas, y abundante también en pataxte y cacao, y en innumerables zapotes, anonas, jocotes, nances, matasanos y miel, Abundancia de sabrosos alimentos había…»
Rafaél Landivar, escribe su Canto a Guatemala, desde la corrección política y desde posición de poder y dominación al haber encontrado en la tierra y la mano de obra forzada la fuente de riqueza de las generaciones colonizadoras que sucedieron a los invasores originales.
Dice: «cuánto alienta, madre, repasar la riqueza de tu hermosura: moderado clima, fuentes, vías, templos y hogares. Ya paréceme vislumbrar tus selváticas montañas y tus verdes campos en Don de inacabable primavera» [2].
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Estas concepciones encontradas y contrarias, han tenido un impacto decisivo en el desarrollo del país, marcando la sacralización, la eterna y dura lucha por la tierra de parte de unos, y la defensa y arrasamiento de la misma por parte de los invasores y sus herederos. El resultado es la belleza devastada, no por fenómenos naturales, sino más bien por actividades económicas lucrativas que no respetan los limites naturales. Es una jerarquización del poder, cuyos artefactos, lógicas y mecanismos para ejercerlo se asocian a la visión de la tierra como mercancía, en tanto los pueblos excluidos y racializados quedaron en la resistencia y defensa de los territorios ante la voracidad colonialista/capitalista, sin espacios reales de poder para que su cosmovisión fuese incidente en el desarrollo del Estado.
El sociólogo Björn Wittrock, (universidad de Estocolmo, Suecia) plantea que, en el desarrollo del Estado occidental, tanto el absolutista y el llamado «democrático», se impone su propia interpretación del mundo y esa concepción «pasa a ser un arma y la política deja de presentarse como mera lucha por el poder para ser la plasmación de una voluntad deseosa de imponer una filosofía y concepción del mundo determinadas». El Estado se define desde las clases dominantes, que determinan quiénes quedan fuera de él o subordinados.
La exclusión de otras concepciones del mundo y epistemologías, es causa fundamental del deterioro y agotamiento continuado de la madre tierra y ahí podemos ubicar las causas de la realidad que se vive actualmente. El perfil ambiental de Guatemala, del IARNA[i], expone con datos y estudios objetivos la realidad de los territorios indígenas. Por ejemplo, los riesgos de erosión y sobre uso de la escasa tierra para la sobrevivencia se da en los departamentos de Huehuetenango, Izabal, Quiché y Alta Verapaz, que coinciden totalmente con ser los de mayor pobreza.
Además, una tendencia inusual de incremento de palma africana y caña de azúcar está ocurriendo en el Valle del Polochic. Alonzo y Dürr, indican que para el año 2008 ya existían en esa región 5,000 hectáreas de cada uno de estos cultivos. Aunque esta ampliación no siempre implique la eliminación de cobertura forestal, los mismos autores indican que su presencia ha provocado el aumento de presión sobre la frontera agrícola en la Sierra de Las Minas, al disminuir la disponibilidad de tierras para la producción de los cultivos tradicionales de los campesinos.
Según de Solano «El indio, al concluirse las encomiendas pasa del régimen señorial al período en que padecerá, como protagonista, la lucha por la posesión de la tierra (colonizada)».
[1] TIERRA Y SOCIEDAD EN EL REINO DE GUATEMALA. De Solano, Francisco. Editorial Universitaria. Guatemala 1977.
[2] PERFIL AMBIENTAL DE GUATEMALA 2008-2009. IARNA-URL, 2009.
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