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El futuro se cultiva en nuestras raíces comunitarias

Imagínese lo que podríamos lograr si cada barrio, cada aldea, contara con un grupo de voluntarios capacitados para atender emergencias básicas, promover la nutrición o gestionar campañas de prevención. No se trata de reemplazar al Estado, sino de demostrar que la voluntad colectiva puede ser más poderosa que la burocracia paralizante.
Tipo de Nota: 
Opinión

El futuro se cultiva en nuestras raíces comunitarias

28 de Marzo de 2025
Palabras clave

Los acontecimientos políticos de las últimas semanas han encendido una chispa en la población guatemalteca. Lo que comenzó como un murmullo de descontento en las redes sociales pronto se transformó en un grito colectivo en las calles, con la imposición del seguro automovilístico como detonante. Aunque algunos políticos y figuras asociadas a la corrupción intentaron pescar en río revuelto, el malestar fue genuino. Lo vi con claridad en Alta Verapaz, una región donde el 90 % de los hogares viven en pobreza, el 35 % enfrentan inseguridad alimentaria moderada/severa y la desnutrición cobra vidas con una crueldad silenciosa. ¿Cómo no iba a ser una carga insoportable una medida como esa? La suspensión del seguro llegó, pero la suspensión del aumento del salario a los diputados sigue en el limbo del «ya veremos». 

Para quienes vimos en Bernardo Arévalo una alternativa, una luz para desmantelar las redes corruptas que hoy comparten el poder político y económico con las élites tradicionales, su desgaste, su tibia reacción y, sobre todo, su falta de priorización en temas como la lucha contra el hambre han sido una decepción....

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