Rita es una producción que, a través de su particular forma de narrar/elaborar la tragedia del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, desvictimiza a las niñas, las hace cercanas y reales para sectores amplios de la población. Mantiene su recuerdo. Permite un tributo y permite llorarlas, como parte del necesario duelo. Es parte del registro de una de las historias trágicas que nos constituye como país. Se contrapone a las visiones conservadoras que se amalgaman en un conjunto de ideas y valoraciones políticas y religiosas que sirven para justificar crímenes y tragedias.
Hay que recordar que, en el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo de 2017 murieron cuarenta y una niñas en lo que se conoce como la tragedia del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ubicado en el municipio de San José Pinula. El centro estaba a cargo de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, existían denuncias por malos tratos y abusos por parte del personal. En protesta, las niñas organizaron un motín y fuga. Al ser capturadas, fueron encerradas en un salón. Prendieron fuego a un colchón y se les impidió la salida, lo que originó un incendio en que murió la mayoría de las que estaban encerradas y otras resultaron heridas con quemaduras.
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Hay varias tragedias en esta historia. La primera es el camino por el cual las niñas llegan a un lugar así. Maltrato, discriminación, distintos tipos de violencia y pobreza se combinan en su vida previa. La segunda es el proceso de confinamiento, carencias y maltratos que culmina en la cruel muerte de las niñas, las quemaduras y traumas de las sobrevivientes y el dolor de los familiares. La tercera es la reacción de una sociedad que dividió sus opiniones y en la que una parte asumió la incomprensión y la condena. Porque en efecto, hubo muchas personas y sectores que se pronunciaron en torno a la culpa de las niñas por ser «delincuentes» y por ser ellas las que iniciaron el fuego.
Rita, escrita y dirigida por Jairo Bustamante, creador de La Casa de Producción, ofrece una perspectiva sobre esta tragedia, desde la particular visión y fuerza del cine. Lo primero que hay que resaltar es la calidad técnica de la película. Así también, la calidad del director y de la productora de Temblores, Ixcanul y La llorona, continúa con otro nivel en torno a la producción fílmica del país. Guion, escenarios, actuaciones y efectos especiales son de buena calidad.
Además, a través de una forma particular de contar la historia, llena de elementos fantásticos (propios de un cuento de hadas, como dice su director), permite una elaboración social del trauma de las niñas del Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Con la fuerza visual del cine, presenta una visión comprensiva de las niñas que vivieron y murieron en ese espacio. Cuenta historias de dolor por las que llegaron a dicho lugar y también historias de terror que vivieron en el tiempo que permanecieron ahí. Acerca humanamente a las niñas que se organizaron por querer escapar de esa situación de confinamiento y de violencia. Contrapone su humanidad a las versiones que las culpabilizan.
Evidentemente, esta labor empezó con la denuncia de familiares, periodistas, organizaciones de derechos humanos y feministas que han contribuido manteniendo la atención en lo sucedido, mostrando información, realizando distintos ritos que permiten conservar la memoria y buscar la justicia en este caso. La realización del juicio en contra de varios acusados también abona en este sentido. Sin embargo, las características de distribución y reproducción de una película como Rita, contribuye a la elaboración social del trauma y la interpretación del sentido de dicha tragedia.
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