El 11 de agosto, desde temprana hora, el estudiantado de la jornada matutina de Psicología, ocupó los balcones de su edificio, a la expectativa de lo que iría a ocurrir. A las ocho y media, el abogado Berner García se presentó a la toma de posesión del cargo de director interventor, en compañía de un auditor.
A las nueve, ingresaron las autoridades salientes y los estudiantes aplaudieron y les brindaron muestras de apoyo. Se encaminaron a la dirección para sostener la reunión correspondiente.
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El interventor y el auditor esperaban realizar el acto oficial de traspaso de dirección a través de la firma del acta correspondiente. El abogado García manifestó larga, y extensamente, de su trayectoria, experiencia e intención de administrar la Escuela de acuerdo con el mandato del CSU, convocar rápidamente a elecciones y no realizar cambios administrativos y académicos. Eso dijo.
Por su parte, los miembros del Consejo Directivo salientes —electos democráticamente—, solicitaron la inclusión de un punto en el acta, señalando el incumplimiento de procedimientos legales reconocidos en la normativa universitaria. Aspecto que se consignó en el acta.
De pronto y de manera pacífica, en el salón de dirección entró un grupo de estudiantes que empezaron a corear: «¿Quiénes somos? Psicología. ¿Qué queremos? Elecciones. ¿Cuándo las queremos? Ahora. ¿Cómo las queremos? Limpias y justas». A partir de ese momento, hubo una discusión entre estudiantes y el abogado García que se difundió rápidamente por redes sociales. Por cierto, el auditor se esfumó de la reunión.
Cada vez que intentó hablar, los estudiantes replicaron a García y le señalaron su inadecuación para el cargo y los antecedentes de intervenciones de otras unidades académicas, que todavía permanecen sin elecciones. Claro, no faltaron bromas y la invitación al interventor de bailar «la pelusa». Durante la confrontación, García solicitó «juguetes» en un chat, los estudiantes lo interpretaron como un llamado a grupos de choque de rectoría. Inmediatamente, lo compartieron en redes sociales y, a los pocos minutos, hicieron dibujos del abogado pidiendo sus «juguetes».
Durante la mañana, se presentaron diversos medios de comunicación que presenciaron y transmitieron el intercambio entre estudiantes y García. Acudió el diputado David Illescas del partido Semilla, quien lo increpó fuertemente. El abogado Erick Castillo que, en representación del estudiantado, procedió a levantar acta de lo que sucedía en la reunión.
Poco después de la una de la tarde, el interventor se quiso retirar, acompañado de un fuerte abucheo. El director saliente y otro profesor de la Escuela, lo escoltaron atendiendo su solicitud. A la salida del Centro Universitario Metropolitano lo llegó a recoger un pick up de seguridad universitaria con personas vestidas de civil y sin ninguna identificación. Hubo expresiones de júbilo entre las y los jóvenes.
La jornada continuó con asambleas estudiantiles y docentes para informar de lo ocurrido, compartir las experiencias vividas y comentar videos y memes que circularon en redes. Como consecuencia de esta jornada, medios de comunicación y figuras políticas levantaron el tema de la Usac, de las ilegalidades atribuidas a rectoría y el CSU, así como la necesidad del movimiento estudiantil. Porque lo ocurrido en la Escuela de Psicología sirve para ilustrar lo que sucede en otras unidades académicas y en otras instituciones.
Dentro de la Escuela de Psicología quedó la preocupación por las posibles represalias de la administración de Mazariegos Biolis, estas pueden incluir el uso de grupos de choque, represalias administrativas, expulsiones de estudiantes y docentes, criminalización de sus liderazgos. Sin embargo, esta jornada, acompañada de incertidumbre, también deja la sensación de una victoria simbólica, que puede servir de pequeño ejemplo para otras personas. Todo esto, para mantener la esperanza de cambiar la realidad y reparar la injusticia.
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