De esa cuenta, fueron condenados a prisión, el general Benedicto Lucas García, entonces Jefe del Estado Mayor General del Ejército y los coroneles, Manuel Callejas y Callejas, jefe de la Dirección de Inteligencia Militar (D2 y, Francisco Luis Gordillo, comandante de la Zona Militar 21 en Quezaltenango, como autores intelectuales. En tanto que, Ramiro Zaldaña Rojas, oficial de Inteligencia de dicha zona en 1981, fue condenado como autor material del secuestro y posteriror desaparición de Marco Antonio, así como la detención ilegal, tortura y violencia contra Emma Guadalupe.
Por si quedara duda del alcance de las redes de poder que tales militares retirados aún ostentan, basta señalar la infamia que han sostenido desde la sentencia. Bajo la tutela de la abogada Karen Fischer, los condenados afirman que Marco Antonio está vivo y asistió a escuchar la sentencia para los hoy condenados. En su afán por seguir con la agresión a la digna familia Molina Theissen han mentido y orquestado tal ignominia que, quizás aludiendo a sus propias experiencias, no tienen empacho en afirmar que Marco Antonio es el esposo de una de sus hermanas.
[frasepzp1]
Desde el momento que semejante infundio fue llevado a tribunales, han sido presentadas ya tres pruebas de ADN que desmienten tal maniobra perversa de los condenados, sus familias y su abogada. Pese a la desestimación del tribunal, tras la primera prueba presentada, los mentirosos y su aliada han mantenido la persecución al requerir más pruebas de laboratorio. La más reciente, enviada desde el equivalente del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) en Costa Rica, por vía judicial, ha sido igualmente rechazada por los falsos denunciantes. Pretenden, absurdamente, ser quienes tomen las muestras en persona y son capaces de querer realizar la prueba por su cuenta.
A su mentira montada con total desfachatez ha seguido la acción en espacios y redes sociales por medio de sus colonias o granjas de troles y bots que amplifican la calumnia. De tal suerte que, con cada publicación de la digna familia Molina Theissen o de organizaciones que acompañan, la mentira vuelve a montarse con el afán de minar la legitimidad de una causa que lleva 44 años, los mismos que Marco Antonio lleva de estar desaparecido, arrebatado por Zaldaña Rojas de los brazos de doña Emma Theissen y alejado del abrazo de sus hermanas y su familia.
Pero lejos de restar apoyo a la lucha justa, digna y perseverante de una familia honorable, esas mentiras van al bote de la basura que, en la era de la clasificación, caen en el rango de la infamia. La solidaridad con la familia Molina Theissen crece día con día. El afán de justicia y búsqueda de Marco Antonio, trasciende los lazos familiares, las fronteras y las escalas etarias.
Marco Antonio no se olvida, porque representa la lucha por la niñez desaparecida en el marco de la oprobiosa estrategia de la desaparición forzada. La familia Molina Theissen es abrazada cada vez por más corazones que palpitan con su luz y su afán de justicia. Con cada latido de corazón por encontrarlo, esa infamia es derrotada.
Más de este autor