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El 14 a las 14…

Tipo de Nota: 
Opinión

El 14 a las 14…

08 de Enero de 2016
Palabras clave

En la elección pasada, tanto en la primera como en la segunda vuelta, mucha gente votó de buena fe por un cambio en el ámbito político del país. La corrupción proverbial de nuestra clase política, las promesas de campaña eternamente incumplidas, la situación desesperante de las grandes mayorías populares (pobreza, exclusión, violencia generalizada) llevaron a una amplia parte de la población a votar por algo distinto, por algo nuevo, a no repetir lo ya conocido.

Es absolutamente humano, normal y esperable que la gente abrigue esperanzas. Eso, en definitiva, es lo que hace andar al mundo: la expectativa siempre presente de una mejora en la condición, en principio individual, pero también colectiva. Esas expectativas, quizá muy viscerales, muy espontáneas, y por ello mismo absolutamente genuinas, son lo que permitieron que Jimmy Morales llegara a la presidencia. La gente, como sucede siempre y en cualquier contexto, vota con el corazón, con el estómago...

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