A mi juicio, en este 2017 destaca una actividad que, sin perjuicio de otras no menos trascendentes, como el VII Concurso Interescolar de Lectura, inciden directamente en la toma de conciencia de lo que la actualidad exige para enfrentar la etapa histórica que está viviendo la humanidad. Me refiero al taller de profesionalización para bibliotecarios.
Para nadie es un secreto la vigorosa actividad que muchos colectivos y personas a título propio están desarrollando en el interior de la república en cuanto a fomentar las bibliotecas públicas y la lectura, muy particularmente entre los niños. El caso de la biblioteca Bernardo Lemus Mendoza y de su coordinadora ad honorem, Brenda Itzé Lemus Gordillo, quizá sea el más paradigmático. Desde el municipio de Purulhá, Baja Verapaz, abre sus puertas al mundo y para el mundo. Ni qué decir del excelente uso de las redes sociales que en beneficio de niñas y niños desposeídos lleva a cabo para promocionar (en orden a su proyecto) todas aquellas actividades que permitan a los infantes favorecidos encontrar mundo más allá de su lugar de origen.
Hay casos similares. Bibliotecas ambulantes, movimientos de lectura entre adolescentes y jóvenes, cafés literarios y otros que están irrumpiendo en ese dilatado éter que aletarga el entendimiento (particularmente a través del mal uso de ciertos productos tecnológicos, como los ordenadores y los teléfonos móviles) para hacer presente «el poder vinculante de la palabra»[1].
El taller de profesionalización, llamado Bibliotecarios para el Cambio, es abierto, sin costo, y se desarrollará durante dos días, en las fechas 17 y 18 de julio, desde las 8:30 hasta las 19:00 horas. Llama la atención el alto nivel académico de los exponentes. Vienen expertos de México, de Francia, de Colombia, de Estados Unidos y de la Universidad de Aix-Marsella, y habrá también, por supuesto, expertos de Guatemala. Se ofrece así una oportunidad, de suyo invaluable, para todas aquellas personas que motu proprio se han puesto, desde la actividad bibliotecaria y de fomento de la lectura, al servicio del ser humano.
Estos nuevos aires que llaman a la esperanza me recuerdan el texto del numeral 14 de la carta encíclica Populorum progressio, rubricada por Pablo VI el 26 de marzo de 1967, que, en orden al progreso de los pueblos, dice: «El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico, debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. Con gran exactitud ha subrayado un eminente experto: “Nosotros no aceptamos la separación de la economía de lo humano, el desarrollo de las civilizaciones en que está inscrito. Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera”»[2].
¿Sabe, estimado lector, el porqué de dicho recuerdo? Porque en 1967, cuando yo tenía 13 años, como tarea de un curso nos dejaron la lectura de documentos que, como Populorum progressio, se nos quedaron grabados en la mente y en la conciencia para eterna memoria. Se procuraba entonces que nuestras lecturas desarrollaran no solo la habilidad de leer e interpretar lo leído, sino también un fomento de aquellas cualidades nuestras que pudieran ponerse al servicio del desarrollo humano.
Ah, pero también recuerdo que no faltó quien dijera que aquello (la lectura y el estudio de documentos serios en la educación media) era comunismo. Sí, lo dijo un ignoto politiquero cuyo nombre, ni siquiera su nombre, quedó grabado en nuestra mente.
Yo me pregunto cuántos libros o documentos completos leen en la actualidad los jóvenes durante su paso por el ciclo básico en la mal llamada educación formal. Si usted lo sabe, estimado lector, por favor, háganoslo saber.
Este año, como una muestra de la expansión de la Filgua en el interior de Guatemala, estaremos dos altaverapacenses en el conversatorio del viernes 21 de julio (15:00 horas). Departiremos con los escritores Erick Blandón, de Nicaragua, y Javier Mosquera, de la ciudad capital. Los verapacenses (cobaneros) seremos la colega médica y escritora Patricia Cortez Bendfeldt y mi persona. Cada uno de nosotros hablará de una de sus obras. No he contactado a Erick ni a Javier (a quienes no tengo el gusto de conocer personalmente) para saber de las suyas, y Patricia me dice que lo suyo será un collage de lo que ha escrito. En mi caso, abordaré la temática de mi novela Bartolomé de las Casas. La novela del Protector de los Indios, publicada por Áltera Ediciones en Madrid en el 2014.
Indudablemente, para lograr ese desarrollo integral sin desvincular lo económico de lo humano, y de tal manera que cuente la humanidad entera, es preciso fomentar la práctica de la lectura, la escritura y el aprendizaje de la matemática. Para una refundación de las dos primeras categorías tenemos a mano este año todas las actividades de la Filgua.
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[1] Lerner Febres, Salomón (2011). Universidad, palabra y ciudadanía. Lección Inaugural. Universidad Rafael Landívar.
[2] L. J. Lebret. O. P. (1961). «Dynamique concrète du développement», en Economie et Humanisme, Les Editions Ouvrières. París. Pág. 28.
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